En 2010, año en que se cumplen cien años de su fundación, la Caja General de Ahorros de Canarias (CajaCanarias) está decidida a reinventarse para ganar competitividad y tamaño, requisitos que considera imprescindibles para poder operar en los mercados con todas las garantías necesarias para obtener liquidez en el actual escenario de crisis internacional.

La nueva estrategia, diseñada con meticulosidad, persigue garantizar la permanencia en el tiempo de "una entidad de primer nivel comprometida con el desarrollo económico y social de la provincia tinerfeña y del Archipiélago", en palabras de su presidente, Álvaro Arvelo Hernández, que asegura que, "de manera aislada, las cajas no podrán sobrevivir en el futuro".

Es público que el pasado 7 de octubre, CajaCanarias y Caja Navarra (CAN) informaron de la firma de un acuerdo entre ambas que permitirá configurar un grupo económico mediante la integración de negocios y la puesta en común de políticas de riesgo sin acudir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), un mecanismo diseñado por el Gobierno para facilitar, desde un punto de vista económico, la mejora de la competitividad y de la eficiencia del sistema financiero español en su conjunto.

Una operación histórica

Las políticas financieras, de solvencia y riesgo de CajaCanarias y CAN serán centralizadas a través de un SIP (Sistema Institucional de Protección) y se potenciará el modelo de Banca Cívica como plataforma de expansión. Poco tiempo después de hacerse este anuncio, el 18 de diciembre, Caja de Burgos y Sa Nostra (Baleares) se incorporaron de manera formal al proyecto. El plan de integración detallado, que se traducirá en un nuevo modelo de negocio que hundirá sus raíces en un Grupo Económico Consolidado (GEC) que contará con un rating único y una sola supervisión, está previsto que sea presentado al Banco de España (BE), que tiene la última palabra, en la segunda quincena de este mes.

Álvaro Arvelo está convencido de que el proyecto de formar el denominado Grupo Banca Cívica (GBC) es, hasta el momento, el más consistente que se ha puesto sobre la mesa para reorganizar las cajas. Tras señalar que tanto CajaCanarias como CAN ya han acreditado su fortaleza ante el Banco de España, la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), destacó que cuando se presentó el proyecto al BE "se hizo declaración expresa de que no necesitábamos acudir al FROB. En mi opinión, solicitar esta ayuda es un síntoma de debilidad, de fragilidad", apostilló.

El esquema de funcionamiento, explicó Arvelo, es sencillo: las cuatro cajas conservan en sus territorios naturales la identidad, la naturaleza jurídica, la independencia, la red de sucursales, los órganos de gobierno y la obra social y, fuera de éstos, será una nueva sociedad, que actuará como una empresa de servicios financieros plenos, la que fije las políticas estratégica, financiera, comercial, de créditos y riesgos, internacional y de organización. Las cajas son las accionistas de esa sociedad central, que estará radicada en Madrid y gestionará los aspectos que trasciendan al territorio natural de cada una de ellas y que aporten a las cuatro cajas, de momento, garantías en la gestión de la liquidez, de la solvencia, de los riesgos y de algunos otros servicios que, de común acuerdo, se decida centralizar. La participación de cada caja en esa sociedad central será directamente proporcional a su valor. En todo caso, será una representación paritaria. Las cajas son las propietarias, las accionistas de ese SIP, de esa sociedad central.

Para Arvelo, el que el ente central tenga ficha de banco no sólo no modifica la naturaleza del grupo de cajas sino que le da la capacidad operativa necesaria sin tener que esperar a la reforma de la LORCA "Hay que dejar claro -explica- que, aunque sea un banco, esa sociedad no va a formar parte de la Asociación Española de Banca (AEB), sino que, como Lico, Ahorro Corporación o Celeris pertenecerá a las cajas. CajaCanarias va a continuar con su red, su marca, su obra social y, además, va a ganar dinero extra en esa sociedad central, que vendrá para acá en el porcentaje que valemos. Vamos a hacer muchas cosas importantes para el desarrollo social y económico con este proyecto, cuya máxima virtud es que permite aprovechar sinergias para tener capacidad financiera, crediticia, corporativa". En este punto, detalla con satisfacción que CajaCanarias está creciendo en depósitos en un porcentaje interanual del 10% y, pese a la crisis, "tiene una enorme actividad crediticia, como demuestra el que haya concedido en el último año del orden de las 160.000 operaciones individualmente consideradas crediticias". Admite que el balance de créditos concedidos no aumenta al mismo ritmo que los depósitos y el ahorro, pero deja claro que ello obedece a que "la evolución de la economía limita y condiciona las posibilidades de conceder créditos".

Acto seguido, recuerda que la respuesta de CajaCanarias a las demandas de crédito de familias y pymes en estos tiempos de crisis, que "no se superarán en 2010", se ha articulado a través del Programa Solidario, que estudia las solicitudes caso a caso y se adapta a las capacidades de devolución de los créditos de cada cliente tomando cautelas para que no entre en mora, refinanciando, ampliando plazos, poniendo carencias... Es la única fórmula, sostiene Álvaro Arvelo, para ayudar a salir del bache al mayor número posible de personas y empresas sin poner en peligro la continuidad de CajaCanarias.