La adversa situación económica provocó que el número de embargos efectuados por la Tesorería General de la Seguridad Social en 2009 aumentara un 12% respecto a 2008, hasta los 2,7 millones, y que se intensificara el seguimiento y control de los primeros descubiertos de las empresas.

Según el balance de gestión difundido ayer, 93.034 empresas, un 28,7% más que un año antes, fueron objeto de análisis específico por contraer un primer impago con la Seguridad Social.

Así lo especificó el director general de la Tesorería General del organismo, Javier Aibar, quien destacó que la recaudación obtenida por cobro de deudas en 2009 fue de 1.452,8 millones, un 19,3% más que en el ejercicio anterior, la recaudación "más elevada" desde 1988.

Asimismo, el año pasado la Seguridad Social duplicó el número de aplazamientos autorizados hasta los 91.683 ante la "difícil situación que atraviesan algunas empresas y trabajadores autónomos que presentan problemas de liquidez".