El sindicato CCOO-Canarias señaló ayer, en un comunicado, que, "tal como publicó el Boletín Oficial de Canarias (BOC) del 7 de enero de 2010", el Gobierno autónomo ha concedido al distribuidor de flores y plantas ornamentales Pérez Ortega una subvención a condición del mantenimiento de su actividad, por lo que criticó que "dos meses después, se inicie el proceso de jubilación -de su propietario, José María Pérez Ortega, autónomo- y el consecuente cierre de la empresa".

Según informó CCOO, entre los requisitos para la concesión de las ayudas a Pérez Ortega por parte del Gobierno de Canarias estaba el compromiso de "mantenerse como titular de la actividad que reciba la subvención durante un periodo mínimo de cinco años, a contar desde la fecha de la notificación de la resolución de concesión".

Además, el sindicato agrega en su nota que "es posible que en estos últimos años se le haya concedido alguna subvención más", pero que, de todas formas, a causa de la concedida en enero de este año "debería mantener la actividad por lo menos hasta 2015".

Por ello, critica que en la crisis actual uno de las empresas de más envergadura del subsector de flores y plantas del Archipiélago genera "incertidumbre" a unos trabajadores que podrían quedarse en paro con la indemnización de un mes de salario, la correspondiente a los empleados de un autónomo que decide jubilarse.

"Atropello"

CCOO-Canarias insistió en que "no se puede permitir este atropello a la clase trabajadora". A su juicio, si el Ejecutivo autónomo facilita el cierre de Pérez Ortega a pesar de exigir lo contrario en los requisitos de concesión de su ayuda, "lejos de mejorar la estadística de desempleo, seguirá empeorándola".

Cabe recordar que el Sindicato Independiente de Trabajadores de Canarias (Sitca) ya ha anunciado acciones judiciales contra Pérez Ortega ante los indicios de que el dueño del grupo planea, con su jubilación, "un cierre encubierto para traspasar la empresa a su familia", que, según fuentes del subsector, aún no ha decidido qué firmas de las que integran el grupo seguirán activas.

El Sitca advierte de que la posible desaparición de la empresa fundada en Tenerife en la década de 1960 no obedece a problemas de "solvencia", por lo que estará "vigilante" para impedir que intente despedir a sus empleados, unos 300, con argumentos "que no se sostienen". Representantes de estos trabajadores, además, ya han mostrado su predisposición a hacerse cargo de la firma mediante una cooperativa.