Las bodegas de Tenerife buscan nuevas fórmulas para comercializar sus vinos tras registrar una caída de ventas de hasta el 30 por ciento en los últimos tres años, lo que les ha llevado a fomentar el enoturismo, una actividad que mueve a un millón y medio de personas a visitar España cada año.

Así lo indica en un comunicado la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, en donde hoy se inauguró la "Jornada de Enoturismo como Instrumento de Desarrollo Empresarial" con la asistencia del consejero de Agricultura del Cabildo de Tenerife, José Joaquín Bethencourt; el director del Instituto de Calidad Agroalimentaria de Canarias, Guillermo Díaz; y el presidente de la Comisión de Agroindustria de la Cámara y presidente de la Asociación de Viticultores y Bodeguero de Canarias, Juan Jesús Méndez.

Según explicó Méndez, el enoturismo es una de las principales apuestas del sector porque los canales de venta habitual se han visto muy perjudicados por la crisis económica.

La crisis ha obligado a muchas personas a reducir el gasto en productos no imprescindibles y medidas de vigilancia como los controles de alcoholemia "han esquilmado la raíz de una de nuestras principales vías de comercialización, como son los restaurantes y tascas", añadió.

El presidente de la Comisión de Agroindustria de la Cámara dijo además que el enoturismo es "una tabla de salvación" para dar mayor salida a la producción vitivinícola de la isla y sirve como motor económico para el sector turístico y de los servicios.

El consejero insular de Agricultura destacó que el Cabildo ya está haciendo una promoción de Tenerife como isla de vinos a través de campañas en los aeropuertos y en las compañías aéreas, pero "mantener ese discurso requiere el esfuerzo de todos y un trabajo de fondo que permita potenciar las rutas del vino y de la gastronomía popular".

"La competencia cada vez es más feroz y no podemos quedarnos sólo con el sol y la playa", precisó Bethencourt.

El presidente de la Comisión de Agroindustria de la Cámara añadió que la relevancia nacional e internacional de los vinos de Tenerife puede conferir a la isla una imagen de marca fundamental para su desarrollo como destino turístico enológico.

La calidad y las variedades de vino históricas, como el malvasía o el vidueño, serán algunas de las principales bazas para conseguir que Canarias entre en los circuitos del enoturismo con mayor fuerza de lo que lo está haciendo hasta ahora, según el director del ICA, Guillermo Díaz.

Recordó también que Tenerife producía en el siglo XVI un excelente vino malvasía, el llamado Canary, que fue el primer vino con denominación de origen de la historia, muy apreciado en el mercado británico y nombrado por William Shakespeare".

Además, durante el reinado de Felipe II el 41 por ciento del vino canario se enviaba a Francia, el 22 a Flandes y hasta el 28 por ciento a Portugal.