La crisis está siendo determinante para recortar el número de accidentes laborales en Canarias, que sumó 67.084 en 2009, un 15,8% menos que el año anterior. La reducción fue mayor, del 40,8%, en los que dejaron víctimas mortales gracias al desplome de la actividad en la construcción, según analizó ayer, en una rueda de prensa, CCOO-Canarias, que reclamó al Gobierno isleño mayor control sobre la actividad de los trabajadores autónomos y que active la estrategia preventiva consensuada con los sindicatos y la patronal a finales de 2009.

La secretaria de Salud Laboral de CCOO-Canarias, Carmen Marrero, a la que acompañó el responsable del mismo área en Tenerife, Mario Pérez, valoró que el índice de incidencia (número de accidentes por cada 1.000 trabajadores) haya bajado, pero subrayó que ello se debe a la coyuntura económica, por la pérdida de puestos de trabajo en la construcción y en el segmento de mayor precariedad (contratos temporales), y no a una mejora clara en las condiciones laborales y las medidas preventivas en las Islas.

Así se explica la gran reducción de los siniestros mortales, que bajaron a 29, desde los 49 de 2008, aunque también influye en la alta mortandad de hace dos años el accidente del avión de Spanair que cubría el trayecto Madrid-Las Palmas, matizó Marrero. Ello también contribuye a "mejorar" ligeramente las estadísticas de 2009 en la provincia oriental.

CCOO-Canarias echa de menos una clasificación de los siniestros por sectores, que el Instituto Canario de Seguridad Laboral (Icasel) no ha facilitado, según el sindicato, porque alega que las cifras llevarán a equívoco tras los cambios introducidos en 2009 en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas. De la misma manera, cree que sería "interesante" una delimitación por sexos, ya que en el Archipiélago hay ramas de actividad "muy femenizadas".

La secretaria sindical de Salud Laboral también recordó que el repunte de la economía sumergida, que cifró en el 28% del Producto Interior Bruto (PIB) canario (casi el doble que en 2007), es un nicho de siniestralidad que no aparece en las estadísticas. Y éstas se ven lastradas, asimismo, por el miedo de los trabajadores a solicitar bajas médicas en casos de accidentes leves por el elevado riesgo de despido actual.

También existe en Canarias "infradeclaración", dijo, de las enfermedades profesionales, que se meten en el saco de las dolencias "comunes". La falta de una plena implantación del Cuadro de Enfermedades de Origen Profesional en las Islas impide que se atajen a tiempo, indicó Marrero.

Por último, la responsable de CCOO reclamó al Ejecutivo canario que dé mayor cobertura preventiva a los autónomos, que suman más de 105.000 en el Archipiélago, y desarrolle "políticas activas" bajo el amparo de la Estrategia de Prevención de Riesgos Laborales firmada en noviembre, sobre todo para empresas con menos de diez trabajadores.