Los países ricos tienen que reducir su déficit en 8,75 puntos porcentuales de su PIB, más que lo previsto anteriormente, pese a que la recuperación económica ha aumentado la recaudación tributaria, advirtió hoy el FMI.

Como grupo, sus números rojos bajarán este año en cuatro décimas, pero la reducción se debe únicamente a la disminución de la ayuda al sector financiero en Estados Unidos, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI), que publicó hoy dos informes sobre la situación fiscal en el mundo.

Si se suprime ese factor, los déficit serán peores en el 2010 que en el 2009 en los países ricos, a pesar de la vuelta al crecimiento económico.

Por ello, el organismo pidió planes a las naciones desarrolladas para sanear las cuentas públicas y urgió a los países que ya sienten la presión fiscal a adoptar medidas inmediatamente.

Mientras, en los países emergentes los déficit han caído más lentamente que lo previsto, pero aún así la situación es mucho más benigna.

Sus gobiernos deben bajar la brecha presupuestaria en 2,2 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB), lo que dejaría su deuda en el 40 por ciento del PIB, según el FMI.

Ese corrección dista mucho de los 8,75 puntos porcentuales necesarios en los países ricos en la próxima década, la cual colocaría su deuda eventualmente en el 60 por ciento del PIB.

Deberán hacer ese giro con la desventaja de un crecimiento menor que las naciones en desarrollo.

Sin embargo, "ese ajuste no es imposible", enfatizó hoy en una rueda de prensa Carlo Cottarelli, director del departamento de asuntos fiscales del FMI.

El organismo recomendó a los gobiernos de las naciones ricas elevar en dos años la edad de jubilación, bajar las partidas de sueldos para los empleados públicos, la inversión social, los subsidios agrícolas y el presupuesto militar.

También aconsejó subir los gravámenes sobre los bienes raíces, el tabaco, el alcohol, los combustibles y el Impuesto sobre el Valor Añadido.

Además, el FMI sugirió gravar las emisiones de contaminación o subastar los permisos para emitir los gases que provocan el efecto invernadero, lo que además de mejorar el medio ambiente supondría una nueve fuente de ingresos para el gobierno.