La Bolsa de Nueva York cerró hoy con un descenso del 1,51% en el Dow Jones de Industriales, lastrada por una mayor inquietud en torno a las perspectivas de la eurozona y a pesar de algunos datos económicos favorables en Estados Unidos.

Ese indicador bursátil, que incluye a treinta de las mayores empresas de Estados Unidos, perdió 162,79 puntos y finalizó en 10.620,16 unidades, en tanto que el selectivo S&P 500 descendió el 1,88% (-21,75 puntos) y concluyó en 1.135,68 puntos.

El índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedió el 1,98% (-47,51 puntos) y finalizó en 2.346,85 unidades.

La bolsa neoyorquina atenuó algo la corriente bajista en la última hora de negocios, después de que el índice Dow Jones perdiese algo más del 2% en algunos momentos de la sesión.

La jornada de ventas en Wall Street fue en paralelo a los descensos que registraron además las principales bolsas europeas y que horas antes se habían anotado también los mercados asiáticos.

Por un euro se pagaban en esta ocasión 1,2381 dólares al cierre del mercado bursátil, comparado con 1,2532 dólares el día anterior.

Los sectores de empresas de equipamiento (-2,66%), industrial (-2,5%), de materias primas (-2,41%), financiero (-2,31%), de energía (-2,14%) y el tecnológico (-2,07%) registraron descensos superiores al resto.

Los treinta componentes incluidos en el Dow cerraron en negativo y las perdidas más agudas las registró American Express (-5,07%), lo que se relacionó en parte con una enmienda aprobada el jueves por el Senado de EEUU para limitar las comisiones que se aplican a transacciones con tarjetas de crédito.

También Alcoa (-3,44%), Bank of America (-3,14%), Caterpillar (-3,11%), Intel (-2,71%), Boeing (-2,7%) y Hewlett-Packard (-2,66%) registraron descensos más destacados que otros componentes de ese índice, en tanto que Travelers cerró con una leve pérdida del 0,02%, después de mantenerse en positivo durante gran parte de la jornada.

Datos que reflejaron un aumento del 0,4% en las ventas minoristas y del 0,8% en la producción industrial en abril en EE.UU., y algo más de confianza entre los consumidores en mayo que el mes anterior, no lograron evitar la tendencia bajista en el mercado bursátil.

La deuda pública estadounidense a diez años subió de precio, para ofrecer una rentabilidad del 3,45%.