El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ratificó ayer la necesidad de congelar las pensiones en 2011, pero aclaró que si en noviembre la inflación es superior a la prevista (un 1%), los pensionistas cobrarán en enero, como hasta ahora, una paga correspondiente a la desviación.

En rueda de prensa tras concluir la cumbre UE-Mercosur, Zapatero volvió a pedir al PP que se "comprometa responsablemente" con los recortes anunciados y se mostró dispuesto a dialogar con ese partido sobre las pensiones, aunque avanzó que su congelación en 2011 es necesaria y que sigue adelante con ella.

"¿Estamos dispuestos a dialogar con el PP?: sí; ¿mantenemos la necesidad de no incrementar (las pensiones contributivas) en 2011?: sí. Es necesario porque 2011 es precisamente el año en el que más esfuerzo de consolidación fiscal vamos a hacer y necesitamos hacerlo", recalcó el presidente.

Fuentes del Ejecutivo dijeron que el plan de ajuste incluye la congelación de las pensiones contributivas en 2011, pero no en 2010, por lo que la paga que reciben los pensionistas en enero para compensar una eventual desviación de la inflación no correría peligro.

El incremento de la pensión que supondría esta paga, precisaron, se consolidaría. En enero de 2012 no habría paga alguna para adecuar la pensión al incremento de los precios.

El PP, "incoherente"

Zapatero subrayó que el esfuerzo de consolidación fiscal supone un ahorro en dos años de 30.000 millones de euros, incluyendo a las tres administraciones -Estado, autonomías y entes locales-, y el recorte en las pensiones contributivas supone un volumen inferior al 10% porque el Gobierno ha intentado "acotar al máximo" el ahorro en gasto social.

El mayor peso, apuntó, recae en el gasto corriente, el de personal, las inversiones, las transferencias y las subvenciones.

Tras insistir también en que está dispuesto a dialogar con el PP, acusó a este partido de "incoherente" tras escuchar sus críticas al plan de ajuste y después oír decir a Mariano Rajoy este fin de semana que es improvisado e "insuficiente".

Para Zapatero, el diálogo es "imprescindible" y se va a hablar con las comunidades autónomas y con todos los grupos parlamentarios, porque se necesita un "esfuerzo nacional".

En este contexto, elogió que los responsables políticos de los partidos y de las comunidades hayan comenzado ya a reunirse para reducir sus salarios.