La ministra de Economía y Hacienda española, Elena Salgado, afirmó hoy que las nuevas medidas de ajuste fiscal anunciadas por el Gobierno, que pretenden un ahorro de 15.000 millones entre 2010 y 2011, podrían acarrear "una pequeña contracción en la economía".

"Creo que cada vez que se acometen recortes en el presupuesto, es posible tener una pequeña contracción en la economía. Pero nosotros creemos que, en este momento, hay que poner el acento en la consolidación fiscal", dijo Salgado a su llegada al Consejo Ecofin, donde hoy volverá a presentar su plan de saneamiento presupuestario ante los ministros de Finanzas de la Unión Europea.

Según las últimas previsiones de la Comisión Europea, efectuadas antes del anuncio de los recortes adicionales, la economía española salió de la recesión en el primer trimestre de 2010, su PIB registrará un crecimiento del 0,1% en el segundo, retrocederá un 0,2% en el tercero y se incrementará un 0,2% en el cuarto, una décima más de lo previsto anteriormente.

El Gobierno español ya reconoció la semana pasada que las nuevas medidas de ahorro tendrán un efecto sobre el crecimiento económico, aún por determinar.

La ministra española defendió anoche su plan de ahorro presupuestario ante los socios de la zona euro, que respaldaron las medidas adicionales de austeridad, calificadas de "valientes" por el presidente del Eurogrupo y primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, también dio la bienvenida a las medidas presentadas por España y Portugal, aunque recordó que su equipo aún no ha tenido tiempo para hacer una "evaluación profunda", que efectuará con vistas a la próxima reunión del Eurogrupo, el próximo 7 de junio, y que servirá de base para que los 16 países del euro emitan un juicio final.

En este sentido, la ministra Salgado confió hoy en que el examen del Ejecutivo comunitario sea positivo y no le exija subidas adicionales de impuestos.

Juncker y Rehn también se refirieron ayer a los posibles efectos negativos que podrían acarrear sobre la incipiente recuperación las medidas de ajuste fiscal emprendidas en casi todos los países de la Unión Europea (24 de los 27 países miembros de la UE están inmersos en procedimientos por déficit excesivo).

Las declaraciones de ayer supusieron un contrapunto ante las reiteradas llamadas al recorte del gasto efectuadas por los distintos dirigentes europeos en las últimas semanas, a raíz de la crisis de deuda en Grecia y que ha hecho temer por la estabilidad del euro.

Tanto Juncker como Rehn defendieron que "no todos los países son iguales ni tienen que hacer los mismos esfuerzos de consolidación", y consideraron que los recortes presupuestarios no deben hacerse a costa de la incipiente recuperación económica.

Ambos declinaron ofrecer más detalles sobre este punto, preguntados por la interpretación que debe hacerse de sus palabras, a la luz de las medidas de recorte adicionales solicitadas para países como España, que ha sido la última de las potencias de la zona euro en salir de la recesión, en el primer trimestre del 2010.

En este sentido, el comisario Rehn anunció que la Comisión Europea presentará un informe de los efectos de la consolidación fiscal sobre la recuperación económica antes del verano, un asunto que también ha sido señalado por los inversores como motivo de preocupación durante las recientes jornadas de alta volatilidad registradas en los mercados.