La organización agraria COAG, el Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil y Vía Campesina de Haití han afirmado hoy que un eventual acuerdo de asociación entre la Unión Europea (UE) y Mercosur tendría un impacto "catastrófico" en el sector agrario de Europa e Iberoamérica.

El secretario general de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG), Miguel López, ha explicado hoy en rueda de prensa que este tipo de acuerdos comerciales sólo beneficia a grandes grupos o multinacionales agroexportadoras que controlan el proceso de producción, los insumos y los recursos, y "destruyen" el modelo de agricultura familiar en "el norte y en el sur".

López ha asegurado que se utiliza la agricultura europea como "moneda de cambio" para abrir esos mercados a sectores industriales y de servicios comunitarios, y que se "entrega" al sector agropecuario, lo que, a su juicio, pone en riesgo la soberanía, la suficiencia alimentaria y el bienestar social.

En su opinión, un acuerdo con Mercosur sería perjudicial para sectores españoles como la ganadería -vacuno, ave y porcino-, el azúcar, los cereales, las frutas y hortalizas -plátanos, melón y cítricos-, el aceite de oliva, el vino y algunos transformados, que permiten ahora generar miles de empleos y equilibrar la balanza comercial.

López ha considerado que es "triste" que "un gobierno progresista" como el español "esté propiciando" un acuerdo que, a su juicio, sólo obedece a los intereses de las multinacionales que "chupan la sangre" a los agricultores y consumidores.

Ha instado, por ello, al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a interesarse más por "controlar" los movimientos especulativos que originaron la crisis.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), Francisco Rodríguez, ha precisado que los acuerdos multilaterales perjudican gravemente a este sector y lo ponen en riesgo de desaparición.

Rodríguez ha recordado que Canarias produce un millón de kilos diarios de plátano y arrastra una tasa de paro del 30 por ciento, y que acuerdos como el que se estudia con Mercosur implicará un grave perjuicio para las Islas, cuya economía y exportaciones dependen en buena parte de este cultivo.

En su opinión, los acuerdos multilaterales dañan "a todo el mundo y también a nosotros", por lo que ha pedido la paralización de las conversaciones con Mercosur.

Desde el Movimiento Sin Tierra (MST), Janaína Stronzake ha detallado que los acuerdos comerciales no han mejorado la situación de los campesinos en países como Brasil, sino que benefician a los "agronegocios" multinacionales como Syngenta, Monsanto, Cargill, Bayer o Nestlé, y un modelo de producción "que no difiere del colonial de hace 500 años".

En su intervención, Stronzake ha denunciado que estas empresas controlan todo el proceso productivo, desplazan a los campesinos a las ciudades y fomentan el trabajo precario e, incluso, "esclavo", al tiempo que, desde su punto de vista, impulsan la concentración de la riqueza en pocas manos, la pobreza, el hambre y la degradación ambiental y de la biodiversidad.

Por su parte, desde Vía Campesina, la haitiana Iderne Brenus ha planteado que los acuerdos de asociación son negativos tanto para los campesinos de la UE como de Latinoamérica y del Caribe, porque favorecen la dependencia de las multinacionales, por lo que el tratado con Mercosur "debe pararse".

Brenus ha indicado que, en Haití, las consecuencias de este tipo de políticas fomentadas por compañías internacionales han provocado, por ejemplo, la desaparición de los cerdos "criollos", que sustentaban la economía de muchas familias campesinas, que han sido sustituidos ahora por animales procedentes de EE.UU, cuyas multinacionales suministran también los piensos.

La liberalización del comercio ha permitido, según ha apuntado, la entrada en el país de productos subsidiados por EE.UU que impiden lograr la suficiencia alimentaria, como ha ocurrido con la pérdida de buena parte de su producción de arroz.

Según COAG, que refiere datos "extraoficiales" de la Comisión Europea, la apertura comercial al Mercosur provocaría pérdidas de entre 3.000 y 5.000 millones de euros anuales en la UE.

El 82 por ciento de la carne de vacuno y el 64% de la de carne de ave importadas desde la Unión Europea procedían en 2009 de Mercosur, región que ya exporta el 25% de todos sus materias primas agrícolas al mercado comunitario.