El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, animó ayer a que se publiquen "cuanto antes" las pruebas de solvencia de los bancos españoles y se acometa la reforma de la ley estatal de cajas, después de dar por concluido el proceso de reordenación financiera.

Un proceso en el que de las 45 cajas han participado 39 si se incluye a la intervenida Cajasur, y en el que siete uniones de entidades han pedido 1.000 millones de euros en ayudas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dotado actualmente con 12.000 millones.

Tras comparecer en el Congreso de los Diputados, argumentó que lo "lógico" sería que todos los países de la Unión Europea den a conocer al mismo tiempo los resultados de los llamados "test de estrés", pero ello no quita para que, si la publicación conjunta se retrasa mucho, España difunda antes los suyos.

A su juicio, hay algunos países, entre los que se encuentra España, que tienen "más problemas y más interés" en demostrar la solvencia de sus entidades, y aseguró que la intención del Banco de España fue publicarlos desde la semana pasada.

De esta forma habría llegado justo con el cierre de la reordenación financiera que, según admitió el gobernador, admitió que "seguramente ha sido lenta", debido a que el Parlamento optó porque fuera un proceso "voluntario".