Sólo un 36 por ciento de los españoles es consciente de que el mercado eléctrico en España está liberalizado, lo que significa que solamente uno de cada tres consumidores sabe que puede elegir compañía eléctrica.

Esta es una de las principales conclusiones de la memoria anual del Consejo de Consumidores y Usuarios (CCU), que incluye un estudio sobre el proceso de liberalización de la electricidad y su efecto en el consumidor, y que ha sido presentada hoy por su presidenta, Francisca Sauquillo.

Las once asociaciones de consumidores y usuarios que integran el CCU, atendieron el pasado año 1.383.276 consultas y reclamaciones.

Los sectores en los que se detectaron un mayor número de incidencias fueron los del transporte aéreo, el energético y los servicios financieros, razón por la que todos ellos han sido objeto de investigación en la memoria de 2009.

Del estudio sobre el sector eléctrico se desprende que el usuario no ha percibido ningún beneficio del mercado liberalizado.

A pesar de que el consumidor final (usuario) representa el 54 por ciento de todo el mercado eléctrico, sólo un 7 por ciento ha optado por cambiar de compañía eléctrica, aunque la liberalización completa del mercado se produjo el 1 de julio del pasado año.

Esto significa que un 93 por ciento de los consumidores sigue acogido a la Tarifa de Último Recurso (TUR), que regula el Gobierno.

Además, la mejor tarifa respecto de la TUR solo supone un ahorro de 20 euros anuales, ha señalado el vicepresidente del CCU, Félix Martín.

La causa de todo ello es el desconocimiento por parte de los consumidores sobre lo que significa la liberalización del mercado eléctrico, además de la falta de competencia entre las distintas empresas.

Por ello, el CCU ha demandado al Ministerio de Industria más información y mayor transparencia y un cambio en la política seguida durante el último año que propicie que el consumidor acuda al mercado liberalizado.

Sauquillo se ha preguntado cómo es posible que no exista competencia entre las empresas y ha asegurado que la liberalización se ha producido en el papel pero no en la práctica.

Por su parte, el vicepresidente del Consejo ha subrayado que las asociaciones de consumidores fueron las primeras que apoyaron la idea de la liberalización, pero un año después sigue siendo un mercado oligopolístico basado en la territorialidad, que no ha permitido que inviertan nuevas empresas.

Martín ha señalado, además, que el CCU es partidario de que el déficit tarifario se financie vía Presupuestos Generales del Estado, ya que el consumidor no ha sido el culpable sino que se ha llegado a él por decisiones políticas de los diferentes gobiernos.

El estudio sobre los sistemas financieros pone de relieve el sobreendeudamiento de las familias españolas, sobre el que el CCU viene advirtiendo desde hace años y que en la actualidad sigue siendo preocupante.

Miles de familias están perdiendo sus hogares por la imposibilidad de pagar la hipoteca y, lo que es más grave, aun quedándose sin nada, la mayoría continúan endeudados con los prestamistas.

Por ello, el Consejo ha pedido que se acometan las reformas oportunas para que, en aquellos casos en los que no se observe mala fe, la deuda quede saldada con la entrega del inmueble a la entidad financiera.

También el transporte aéreo ha sido analizado en la memoria, un sector que el pasado año acarreó muchos problemas y el CCU ha planteado que se busquen fórmulas de regulación porque al final el perjudicado es el usuario.

Ante los problemas derivados de los controladores aéreos o los paros registrados en el metro, Sauquillo ha pedido combinar el derecho de huelga con el derecho de los ciudadanos a moverse libremente.