La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, aseguró hoy que el perfil de recuperación de la economía española "gana fortaleza" en 2010 y dijo que los últimos indicadores proporcionan "señales muy favorables".

Así lo dijo durante su intervención en el debate sobre el límite de gasto presupuestario aprobado por el Gobierno para el próximo año y que será de 122.256 millones de euros, un 7,7% menos que el inicial de 2010.

No obstante, Salgado apuntó que las medidas de austeridad aprobadas por el Ejecutivo repercutirán de forma negativa en el consumo y la inversión pública en 2011, aunque resaltó el avance del consumo privado en los últimos meses.

En este sentido, dijo que la capacidad productiva aumentó en abril hasta el 70,9% y señaló el continuo aumento de la cartera de pedidos de bienes de equipo en los seis primeros meses del año.

Salgado también recordó que el PIB de la zona euro creció en el primer trimestre el 0,2% "tras el estancamiento de finales de 2009" y pese a que dijo que los indicadores de junio "sugieren una cierta atenuación del ritmo de expansión de la actividad" que venía impulsado por el sector manufacturero y por las exportaciones, destacó la consolidación de la inversión privada.

Sobre la economía española resaltó la "relativa" mejora de las expectativas de las empresas, la recuperación de la demanda nacional y externa y de la evolución de las cotizaciones en el mercado de acciones, gracias a los menores tipos de interés y a un menor endurecimiento de los créditos.

Dijo que los indicadores más actualizados continúan mostrando avances en la actividad y que "ya se están transfiriendo al empleo".

Otros factores que destacó como positivos fueron la reducción del crecimiento salarial en 2010 y la "contención" de los costes salariales unitarios, así como la futura evolución de las exportaciones, que previó que crezcan un 7% este año.

Asimismo, señaló el aumento en los primeros meses de 2010 de las transacciones inmobiliarias, impulsadas por la bajada en el precio de la vivienda y por la "ligera relajación" de las condiciones crediticias así como por las modificaciones fiscales previstas para mediados de 2010 y principios de 2011.

Salgado previó que el stock de vivienda sin vender se absorba este año y que a partir de 2011 la construcción residencial retome una senda alcista.

No obstante, la ministra reconoció la "incertidumbre" que rodea a todos estos indicadores, marcada sobre todo por el riesgo crediticio.

La ministra repasó el techo de gasto previsto por el Ejecutivo y dijo que el Estado hará un "gran esfuerzo de austeridad", al tiempo que reiteró la necesidad de consolidar las cuentas públicas.

Dijo que el objetivo de estabilidad marcado por el Gobierno es "exigente y realista" y está orientado a recuperar la economía y garantizar la sostenibilidad presupuestaria y aseveró que el cuadro macroeconómico es "compatible" con que los agentes privados generen una capacidad de financiación positiva.

El informe de estabilidad presupuestaria para el periodo 2011-2013 plantea una reducción progresiva del déficit de las Administraciones Públicas en los tres próximos años, hasta cumplir en 2013 con los compromisos adquiridos con la Comisión Europea de que dicho saldo negativo no suponga el 3% del PIB.

Así, en 2010, se prevé que el déficit del conjunto de las administraciones públicas será del 9,3%; bajará hasta el 6% en 2011, al 4,4% en 2012 y al 3% en 2013.

Para conseguir este déficit del conjunto de las administraciones, el de la Administración central deberá ser de un 5,9% este año, que se reducirá hasta el 2,3% en 2011, se ampliará al 3,2% en 2012 y se recortará al 2,1% en 2013.

Mientras, la Seguridad Social contará con superávit en los cuatro ejercicios: del 0,2% del PIB en 2010, y del 0,4% en los tres restantes.

Los ingresos estimados para el próximo año en términos de contabilidad nacional son de 104.539 millones, lo que unido a un objetivo de déficit del 2,3% del PIB (24.331 millones de euros) y a ajustes de contabilidad nacional, que ascienden a 21.186 millones de euros, sitúa el límite de gasto en términos de contabilidad nacional en 150.056 millones de euros.