El portavoz de Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Fernando Torrent, ha afirmado este miércoles que el colectivo de controladores en Canarias "no está en huelga, sino más que presionado" y recordó una decena de sus compañeros sólo tendrán uno o dos días de descanso en el presente mes de julio en el centro de control aéreo en las islas.

Torrent explicó en declaraciones a Europa Press tras mantener un encuentro con el presidente del Cabildo de El Hierro, Tomás Padrón, sobre la implantación del sistema AFIS, que es lógico que se investigue la causa de las bajas presentadas, pero recalcó que "mientras no se demuestre que son ficticias, uno no puede sacar la conclusión de que estamos en huelga y menos cuando no lo estamos".

"Nos acusan, pero tienen que demostrarlo", insistió Torrent que concluyó que "el colectivo no está en huelga, sino más que presionado". Así indicó que los controladores están sufriendo la aplicación de una ley "abusiva" por parte de la empresa. "En el mes de julio más de diez controladores sólo disfrutan de uno o dos días libres; y uno en 27 días no tendrá ni uno solo de descanso", describió.

El portavoz de USCA subrayó que las condiciones laborales "son duras" y a ellas se suman la presión mediática y social, "que no rema para que nos encontremos cada vez peor". Planteó Torrent que desde el pasado mes de febrero se descansa menos, hay menos controladores, pero más aviones.

SIN EFECTOS

En este punto, Torrent lamentó que se "denoste" la imagen del colectivo, que según dijo, está preparado para soportar los niveles de estrés propios del trabajo, pero no por la "campaña de desprestigio". Concluyó que ante esta situación se dan más problemas de salud. "Han aumentado las bajas, pero en Canarias no hay demoras producidas por ellas", aseguró para admitir que "hay vuelos demorados, pero por otras razones".

"Las demoras producidas por las bajas en Canarias han sido mínimas", recalcó el portavoz de los controladores que explicó que la solución pasa por el aumento del personal. Argumentó que la solución que se ha dado es aumentar las jornadas en un 50 por ciento. "Se aguanta un tiempo, pero no puede ser ''sine die", defendió.

Torrent criticó que el Gobierno "lejos de convocar plazas decide aumentar un 50 por ciento las horas de trabajo". Expuso que se ha pasado de las 1.200 a 1.750 horas y recordó que la media en Europa ronda las 1.400, que supone un 30 por ciento menos que lo impuesto desde febrero.

Por último y sobre las bajas en las islas, indicó que en los últimos días ha habido seis, pero que tres obedecen a permisos concedidos por la empresa y las otras tres son bajas médicas otorgadas por el Servicio Canario de Salud. Una desde hace mes y medio y la segunda desde hace una semana. Con estos datos, Torrent descartó el argumento de que exista un acuerdo entre los empleados para enfermarse a última hora para que no haya capacidad de reacción.