El sector turístico español espera un incremento de la afluencia de visitantes durante los meses de verano con respecto al mismo periodo de 2009, según se desprende del último informe de perspectivas de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur).

No obstante, considera que esto "no se traducirá en mejoras en la rentabilidad empresarial por un generalizado hábito low cost entre los turistas y la presión de precios a la baja que causa la sobreoferta estructural en muchos subsectores". Así, sostiene que "los españoles van a querer viajar más, pero con el menor gasto posible, en un contexto de menor renta por la subida del IVA, mientras los extranjeros deberían crecer algo en afluencia y no tanto en gasto".

Ante este escenario, los empresarios mantienen su cautela respecto a la evolución de ventas y beneficios, de cara a unos meses centrales del verano no exentos de riesgos e incertidumbres sobre su cartera de reservas.

Como tirón de ventas siguen confiando en las ofertas y descuentos que permitirían al 45,3% de las empresas aumentar levemente su facturación respecto al verano pasado. De este modo, Exceltur argumentó ayer que en la presente temporada no caben "alegrías", ya que será "más corta" que en años anteriores y con precios "más que tristes". A esto se le suma un descenso de la estancia media y del gasto en destino.

De hecho, los precios de los hoteles llevan a la baja 19 meses consecutivos, y que en caso de las agencias de viajes la caída de precios comenzó hace once meses.

En la última década, el sector ha perdido 10.500 millones de euros de ingresos por turismo extranjero, al pasar de 47.775 millones en 2002 a los 37.216 del presente ejercicio.

Aun así, Exceltur mejoró sus previsiones para el cierre de 2010, y auguró una caída del 0,6% del PIB turístico en lugar del 0,9% pronosticado a principios de año.