La banca británica se expone a una nueva crisis de financiación el próximo año dado cuando intente refinanciar un volumen de deuda que dobla los fondos captados como media durante los años del "boom" crediticio, según analistas de Nomura citados hoy por el Daily Telegraph.

Los bancos deben captar nueva deuda por un total de 390.000 millones de libras (464.000 millones de euros) o más de 30.000 millones (35.700 millones de euros) al mes.

Aun cuando los bancos de otros países europeos importantes como Francia o Alemania tendrán también sus problemas de financiación el año próximo, ninguno se verá obligado a una refinanciación tan enorme como la que deberán acometer los británicos.

"Los bancos del Reino Unido se enfrentan a exigencias de refinanciación muy significativas durante los próximos años conforme vaya venciendo la deuda contraída antes de la crisis crediticia", advirtió Robert Law, de Nomura.

"Lloyds y RBS tendrán que acometer importantes reestructuraciones de sus balances", afirmó Law.

Según el experto de Nomura, "el objetivo es gestionar sus requisitos de refinanciación y reducir en general las exigencias de financiación, especialmente la proporción de financiación a corto plazo".

De los 390.000 millones de libras que tendrán que captar el próximo año, unos 200.000 millones corresponden a títulos de la deuda que vencen y a hipotecas que requieren refinanciación.

Los 190.000 millones restantes consisten en programas gubernamentales de financiación, el Mecanismo de Garantía Crediticia y el Mecanismo de Liquidez Especial, que el Banco de Inglaterra quiere eliminar gradualmente hasta finales del 2012.

Según el Daily Telegraph, Law no cree que los bancos británicos pueden desligarse tan rápidamente del apoyo gubernamental aunque admite que las autoridades no pueden dejar de presionar a los institutos financieros para que se financien en el sector privado.

En el último Informe sobre Estabilidad Financia, el Banco de Inglaterra advirtió el mes pasado que reemplazar la actual financiación pública por otra enteramente privada va a representar todo un desafío.

Según el Banco de Inglaterra, la cantidad que tendrán que refinanciar los bancos de este país de aquí a finales de 2012 oscila entre los 750.000 y 800.000 millones de libras (892.500 y 952.000 millones de euros).

Eso significa que en los dos años y medio próximos, la captación de nuevos fondos tendrá que superar los 25.000 millones de libras (29.750 millones de euros), el doble que la correspondiente al período de 2001 a 2007.

Obtener esos nuevos fondos será mucho más difícil en la actual situación, que aunque ha mejorado con respecto a los meses que siguieron inmediatamente a la crisis financiera de finales de 2008, está todavía muy lejos de la situación de crédito fácil del pasado.

En particular, bancos e inversores estudiarán los resultados de la prueba de solvencia llevada a cabo por los reguladores europeos, que se anunciarán este viernes en Londres tras el cierre de los mercados.

Desde comienzos de julio, los bancos de la Europa del Sur no han podido acceder a los mercados internacionales de capitales mientras que los del Norte no lo han tenido tampoco fácil.

Los analistas de Nomura no creen que la publicación de las pruebas de solvencia vaya a disipar los temores de los inversores y advierten de que los mercados tomarán a mal la falta de transparencia del sector.