La Zona Especial Canaria (ZEC) autorizó en su último consejo rector, celebrado el pasado 28 de julio, una nueva iniciativa empresarial vinculada al transporte aéreo que prevé operar en las Islas.

En concreto, se trata de una compañía con capital 100% canario que tiene planeado invertir 3 millones de euros y crear 158 puestos de trabajo, según consta en su proyecto inicial.

La base de operaciones quedaría instalada en el aeropuerto Reina Sofía y, en un primer momento, conectaría las Islas con distintas ciudades de la Península, para luego plantearse cubrir algunas trayectos de mayor distancia con algunos destinos europeos.

En cuanto a las líneas de negocio que explotaría la nueva sociedad figuran desde el transporte de pasajeros y mercancía hasta labores de mantenimiento de aviones y formación de pilotos.

Este es el segundo proyecto aeronáutico que recibe el visto bueno de la ZEC en lo que va de año, y que se suma a una iniciativa de capital noruego que fue autorizada por el Consorcio el 25 de marzo. En este caso, la sede social estaría en Las Palmas de Gran Canaria, mientras que el capital a invertir ascendería a 600.000 euros y contaría con 120 empleados.

En principio, su actividad se centraría en las islas de Gran Canaria y Fuerteventura, en labores de tráfico de pasajeros hacia distintos puntos de Europa y de mercancías, especialmente con África y América.

Desde que se constituyó la ZEC se han autorizado 23 proyectos empresariales dedicados al transporte aéreo, de los que finalmente se han inscrito nueve, lo que supone que menos del 40% de ellos ha logrado fructificar.

Este ratio, que es el más bajo de todas las iniciativas que se acogen a esta herramienta fiscal, se explica, según fuentes del Consorcio, en "los problemas para obtener financiación, ya que se trata de proyectos que exigen bastante músculo financiero".

En esta línea, agregan que, "al contrario que el resto de actividades, los trámites administrativos, como la licencia que concede Aviación Civil, no resultan tan largos y complejos".

En los últimos años se ha detectado un renovado interés por este tipo de negocios, motivado sobre todo por la desaparición de numerosas aerolíneas. Sin embargo, ninguna de las nueve compañías aéreas que han comenzado a operar bajo el paraguas de la ZEC han cerrado sus puertas.

Así, en el transcurso de los dos últimos años, que es cuando han arreciado los problemas del sector aéreo, se han dado luz verde a una decena de proyectos en el Archipiélago, aunque, por el momento, únicamente tres han comenzado a operar, dos de ellos con capital 100% canario y el otro estadounidense.

La cuantía invertida por las nueve entidades que se han inscrito bajo este epígrafe en la ZEC supera los 90 millones de euros y emplea a unos 650 trabajadores, mientras que si todas estas iniciativas hubieran salido adelante el montante económico rondaría los 400 millones y se superarían con creces los 1.800 puestos de trabajo.

Respecto a la localización de la sede social de estas entidades, la mayoría corresponden a Tenerife y Gran Canaria, aunque también han surgido iniciativas en otras islas como Fuerteventura y El Hierro, mientras que los destinos con los que se pretende operar son fundamentalmente ciudades de la península y europeas, aprovechando los principales flujos turísticos con el Archipiélago.

En el capítulo alusivo al origen de los inversores la mayoría del capital es canario o peninsular, aunque también se han puesto en marcha proyectos promovidos o respaldados por empresarios rusos, checos, argentinos o estadounidenses. Pese a todo, y salvo contadas excepciones, se trata de empresas de pequeño tamaño. De hecho, algunas de las que están en funcionamiento tienen menos de diez empleados.

A su vez, muchas de ellas ni siquiera disponen de una flota de aviones propio, sino que se encargan de prestar servicios a otras compañías del sector. Además, al margen del transporte de pasajeros o mercancía, la mayoría complementa su oferta con servicios de mantenimiento y asistencia técnica, así como cursos de formación de pilotos, Tripulantes de Cabina de Pasajeros (TCP), etcétera.

Independientemente de todas estas entidades autorizadas por la ZEC, en los últimos años han trascendido una serie de proyectos que, aunque no han formalizado su incorporación al Consorcio, se han interesado por el negocio aeronaútico en las Islas.

Los más singulares de ellos son la iniciativa de un grupo de empresarios canarios que aspira a conectar Tenerife y Gran Canaria con hidroaviones, de la mano de la firma canadiense Harbour Air Seaplanes, así como la del propietario de la popular administración de lotería La Bruja de Oro, de Sort, que planea crear una compañía de jets privados para unir el Archipiélago con la Península.

A estas dos se le suma la nueva aerolínea que BinterCanarias pretende poner en marcha en los próximos meses.