ACUDIMOS en cierta ocasión a una convocatoria de la Organización Mundial de Turismo en la cual se trató este importante tema con bastante profundidad, aludiendo a unos modelos clásicos en algunos lugares y situaciones. Algo ilustrativo resultó el encuentro para quienes llevamos largos años tratándolo y, en especial, intentado llevar a las aulas la mística que comporta la calidad en la enseñanza, concluyendo el proceso en los resultados que se originan de la misma.

Y es que parece que estamos faltos todavía de la suficiente toma de conciencia en los educadores de las enseñanzas en general, y a veces en la parcela que nos ocupa -las enseñanzas de los centros de formación para el desempeño de la labor turística- de que la calidad de las mismas se mide por su eficacia.

Por esta razón, nos alegró ver el planteamiento del director general de la Fundación Themis, por aquel entonces, el experto Javier Gallego, cuya conclusión resumimos nosotros por nuestra cuenta en: calidad = eficiencia.

Themis es una fundación de la Organización Mundial del Turismo y el Gobierno de Andorra encargada del programa sobre la calidad de las enseñanzas del turismo denominado Tedqual.

Resulta entonces interesante profundizar algo sobre tan importante tema, calidad = eficiencia, buscándole sus aplicaciones a la dinámica actual de los centros de enseñanzas que nos hemos venido ocupando de esta importante parcela de la educación para la juventud mundial.

Uno de los expositores que intervinieron en las jornadas que comentamos al principio de estas reflexiones indicó lo que para él suponían los pilares en los que se debería actuar para llegar a la calidad en las enseñanzas turísticas: cambio del modelo de formación, enseñanza profesionalizada, posicionamiento de la institución, introducción en el mundo empresarial calidad docente. Estos eran los cinco capítulos en los que resumía sus inquietudes y en los que parecemos estar de acuerdo todos.

Paradójico entonces es que, en algunos casos puntuales en nuestra sociedad, algunas organizaciones empresariales de las enseñanzas se tomen el capítulo calidad en las enseñanzas con una carencia total de conocimientos, y, apoyándose solamente en la figura física corporativa que los centros de estas enseñanzas representan, es justa contraposición de la conclusión apuntada, calidad = eficiencia.

Llevamos cerca de cincuenta años metidos de lleno en el campo de las enseñanzas y la investigación del turismo en el mundo. Hemos tratado de estos temas -y lo seguimos haciendo- en España, Brasil, Colombia, Paraguay, Chile, Venezuela, etc., etc. Sabemos cuál es el propósito y cuáles son los resultados que quienes pagan por sus estudios quieren obtener. Nuestra misión es llegar a ellos con esos contenidos que desean y que tenemos la obligación de ofrecerles en las mejores y más precisas condiciones para su total aprovechamiento. Eso no se consigue con deslumbrantes instalaciones o mobiliarios de dudosa exquisitez. Eso solamente se consigue consolidando una eficaz enseñanza basada en los principios propios de la educación moderna -experimentados y contrastados- donde el profesorado debe ofertar unos conocimientos sólidos en las materias de su competencia, junto a las estrategias más avanzadas de las técnicas educativas, con la figura de fondo del resultado final que queremos conseguir.

Desde nuestros comienzos en estas lides, hemos caminado de la mano de los profesionales no académicos del turismo. No existían otros allá por los años sesenta en el turismo español. Ellos nos abrieron las puertas de sus empresas a nuestros alumnos y nos dieron la oportunidad de conseguir una formación equilibrada, académica-profesional, la cual nos llevó al éxito que hoy disfrutamos con cientos de altos profesionales ocupando los más relevantes cargos en las más importantes empresas del sector, tanto en Canarias como en otros lugares de la geografía española o mundial.

Es por esa razón que nos llama poderosamente la atención que ahora, en estos preocupantes momentos para la industria del turismo, salgamos a la palestra buscando "enrollarnos" en el tema de la calidad en las enseñanzas del turismo, cuando palpablemente la misma ha estado presente desde hace décadas en algunos centros de estas enseñanzas que permanentemente han buscado la excelencia en cuanto a la formación que han dado a sus alumnos.

La calidad en las enseñanzas del turismo es el tema que hoy tratamos aquí. Un resumen apurado del tema nos dice que solamente podemos precisar la misma refiriéndonos a resultados. Permítasenos, una vez más, en nuestros largos años de actividad en los medios de comunicación, insistir en el planteamiento que le oímos hacer el Dr. Baroncini, por aquel entonces -hace ya muchos años- representante de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) ante la UIOOT (Unión Internacional de Organismos Oficiales de Turismo). Baroncini decía: "Por muchos millones que se gasten en unas instalaciones hoteleras de lujo, se doten sus activos con cristales de bohemia, o sábanas de lino, nada de esto tendrá valor si no existe un componente humano preparado y con una profesionalidad exquisita que lo sepa operar".

Llegamos entonces a nuestra conclusión final: la calidad en las enseñanzas del turismo está en la transmisión de unos conocimientos del más alto relieve de todas y cada una de las materias que componen sus programas, unidos a unas técnicas educativas experimentadas y provistas de la más avanzada modernidad, todo ello dentro de un escenario donde el conocimiento, la profesionalidad y la ética, se conjuguen para formar la figura armónica de un profesional que sepa en todo momento cuál es su cometido en la sociedad, en la empresa y en su vida social. Difícilmente se podrá lograr llegar a estos resultados pensando solamente en la rentabilidad económica, o en la enseñanza como un negocio. Encandilar con instalaciones dudosamente ostentosas, o con falsas promesas carentes de las bases suficientes de conocimientos, se nos antoja que debe ser algo así como arar en el mar. Más dura será la caída.

La calidad en las enseñanzas del turismo seguro que está en su eficacia.

Esta separata de un largo trabajo sobre este tema que venimos realizando desde hace muchos años, va dedicada a los muchos que conocemos, ya todos los miembros, de los centros docentes que están integrados en la CONPEHT (Confederación Panamericana de Escuelas de Hotelería, Turismo y Gastronomía). Sabemos de sus inquietudes y sus problemas. De sus bondades y sus excelencias. Lo hemos escrito y difundido muchas veces: la CONPEHT es un mundo de esperanzas.