La economía española se estancó en el tercer trimestre, según el Banco de España, que confirma no obstante que el Producto Interior Bruto ha vuelto al crecimiento en términos interanuales, con un avance el 0,2%.

El organismo supervisor atribuye estos peores datos -en el segundo trimestre el avance del PIB fue del 0,2%- a la caída de la demanda interna por el fuerte retroceso registrado en el consumo de los hogares, que adelantaron al trimestre anterior buena parte de sus compras ante la subida del IVA de julio.

El Banco de España, en su último boletín, reconoce así que las pautas de consumo cambiaron con la subida de este impuesto, si bien estima que en un futuro inmediato continuará la suave recuperación del gasto de las familias, apoyada en el aumento del ahorro, aunque afectada aún por la incertidumbre en el empleo.

El boletín señala por otra parte que la inversión tampoco ha dado muestras de dinamismo en el tercer trimestre por el mantenimiento de la incertidumbre económica y porque el crédito bancario ha seguido siendo restringido.