El aeropuerto de Gatwick, al sur de Londres, reabrió hoy tras el cierre del miércoles por el mal tiempo, pero la nieve aún altera el transporte en el Reino Unido y miles de escuelas permanecerán cerradas.

Gatwick reanudó sus servicios a las 06.00 GMT de hoy, pero las autoridades de ese aeropuerto han advertido de que habrá numerosos retrasos y cancelaciones de vuelos y se necesitarán varios días para que la actividad pueda volver a la normalidad.

"Nuestra recomendación a los pasajeros es la misma, no viaje al aeropuerto sin ponerse en contacto con su aerolínea para asegurarse de que su vuelo partirá hoy", señaló un comunicado de Gatwick.

"Los pasajeros deben esperar retrasos y cancelaciones y es posible que lleve varios días para que los (servicios de) vuelos regulares vuelvan a la normalidad. Los servicios de trenes hacia y desde el aeropuerto siguen con limitaciones y la red de carreteras estará afectada por el tiempo", agregó la nota.

En Escocia, el aeropuerto de Edimburgo reanudó ayer sus servicios tras el cierre del miércoles, mientras que los pasajeros que tienen vuelos desde el de Glasgow se enfrentan a retrasos y cancelaciones.

Numerosos servicios de trenes en Escocia y el norte de Inglaterra han sido cancelados y hay retrasos, mientras resulta imposible transitar por algunas carreteras a causa de la nieve.

La Asociación Independiente de Minoristas del Carburante informó hoy de que hay peligro de que unas 500 estaciones de servicios en Escocia y el este de Inglaterra se queden sin combustible este fin de semana, especialmente las que están en zonas rurales.

Los servicios del tren Eurostar, que une Londres con París y Bruselas, se verán reducidos y habrá cancelaciones y retrasos.

Se estima que unas 1.200 escuelas permanecerán cerradas hoy en Escocia, lo que representa el 45 por ciento del total de colegios que hay en esa región, mientras que en Inglaterra más de 4.000 escuelas no abrirán hoy sus puertas.

En Escocia las temperaturas descendieron hasta 20 grados centígrados bajo cero y se estima que la nieve caída alcanza en el norte de Inglaterra los 38 centímetros.