Los controladores aéreos españoles han abandonado hoy sus puestos de trabajo alegando problemas físicos, lo que ha ocasionado el cierre de todo el espacio aéreo, menos Andalucía, y que unas 250.000 personas se hayan visto afectadas en el inicio del puente festivo de la Constitución.

El cierre de los aeropuertos se ha ido sucediendo a lo largo de la tarde, una acción que la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ha calificado de "espontánea", si bien su presidente, Camilo Cela, les está llamando a la calma.

Según fuentes de este sindicato, los controladores están "muy nerviosos" por el real decreto ley aprobado hoy por el Consejo de Ministros y que fija un máximo de 1.670 horas de tránsito aéreo anuales, así como un nuevo modelo de gestión aeroportuaria.

Ante esta situación, el ministro de Fomento, José Blanco, ha reunido a un gabinete de crisis en la sede de su departamento para buscar soluciones, entre las que no se descarta la movilización de controladores militares.

Además estudia la articulación de medios de transporte alternativos para los viajeros que se han visto atrapados por "la huelga salvaje de los controladores aéreos".

Renfe ha constituido ya un grupo de trabajo para evaluar las posibilidades de absorber el mayor número posible de viajeros afectados por la situación, ha informado en nota de prensa el Ministerio.

Por su parte, el gestor aeroportuario Aena, que ha puesto a disposición de los afectados el teléfono 902404704, ha llamado a los controladores a abandonar "el chantaje al que someten a la sociedad española tomando a los ciudadanos como rehenes".

Además, ha advertido de que paralizar el tráfico aéreo de un país puede ser sancionado con el despido disciplinario y constituye un delito según el artículo 409 del Código Penal.

El cierre del espacio aéreo español ha provocado la cancelación de vuelos, lo que ha ocasionado el caos en los aeropuertos donde reina la confusión entre los pasajeros, que critican la falta de información y forman largas filas ante los mostradores de las compañías.

Según Aena, hasta ahora unos 250.000 pasajeros se han visto afectados.

La organización FACUA-Consumidores en Acción ha mostrado su repulsa por "la huelga encubierta y salvaje de controladores aéreos" y espera que el Ministerio de Fomento "depure responsabilidades".

Esta asociación ha recomendado a los pasajeros afectados que reclamen a las aerolíneas el cumplimiento de sus obligaciones de asistencia y pide a Fomento y las comunidades autónomas que garanticen los derechos de los pasajeros.

Las reacciones de las autoridades autonómicas ya se están sucediendo.

Desde Canarias, el vicepresidente del Cabildo de Tenerife y consejero de Turismo, José Manuel Bermúdez, ha instado al Gobierno central que resuelva en las próximas horas el problema surgido y el consejero de Turismo del Cabildo de Gran Canaria, Roberto Moreno, ha calificado la situación de "absoluto disparate".

El Ayuntamiento de Madrid, a través de su delegado de Economía, Miguel Ángel Villanueva, ha criticado la "brutal e incalificable" acción de los controladores y ha pedido al Ejecutivo que actúe para que este hecho "no quede impune".

Para paliar las consecuencias de este paro, el Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid ha reforzado el servicio de autobuses que une la capital con el aeropuerto para facilitar la salida del recinto de quienes no han podido viajar en avión por la retirada de los controladores del aeropuerto de Barajas.