Las principales organizaciones de consumidores han expresado hoy su "indignación" por la acción de los controladores aéreos y confían en que el Ministerio de Fomento responda de manera "rápida y efectiva" para restablecer el servicio en los aeropuertos y depurar responsabilidades.

Las organizaciones de consumidores también han coincidido en considerar que se trata de una "huelga encubierta y salvaje" que debe acarrear consecuencias ya que, en palabras del presidente de CECU, Fernando Morer, "un grupo de privilegiados no puede tener en jaque a todo un país".

Además, todas han reaccionado de inmediato para aconsejar a los afectados que "presionen" a las compañías aéreas y exijan indemnizaciones, no sólo por los gastos económicos que la situación les cause, sino que también reclamen daños morales.

De hecho, FACUA ha considerado que "resultan necesarias inspecciones en los aeropuertos con el objeto de verificar si las aerolíneas informan a los usuarios sobre sus derechos a ser asistidos con comida, bebida y alojamiento, además de asumir posibles indemnizaciones por daños y perjuicios".

Por su parte, la asociación de consumidores Ausbanc ha decidido que se va a personar en todos los procedimientos informativos y disciplinarios, y van a instar a la apertura de expediente en la Comisión Nacional de Competencia, ha asegurado a EFE su presidente, Luis Pineda.

Además ha aconsejado al Ministro de Fomento, José Blanco, que verifique "con una diligencia judicial, policías y médicos" el estado de salud de los controladores.

Pineda también ha expresado su preocupación por el daño que este tipo de acción está causando a la reputación de España en un sector tan definitivo como el turismo.

También la portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios, Ileana Izverniceanu, ha expresado su indignación no sólo por "el daño directísimo" a más de 250.000 afectados directos, sino también por el "golpe bajo al sector del turismo, motor económico de España y el consiguiente perjuicio a la imagen de españa en el mundo".