Los países miembros de la OPEP mantuvieron ayer sin cambios sus cuotas de producción en una reunión en Quito, pero mostraron una falta de consenso sobre qué hacer si el precio del barril de crudo llega a los 100 dólares.

En su declaración conjunta, los doce miembros se mostraron tranquilos ante la subida reciente del crudo hacia los 90 dólares en Nueva York, un nivel que, según el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Abdalla Salem El-Badri, "no perjudica el crecimiento" mundial.

El incremento está apuntalado por una recuperación económica más enérgica de lo previsto y un aumento de la demanda de energía en China, India y Estados Unidos, principalmente.

Pero la OPEP ve también que el alza de consumo de petróleo probablemente se ralentizará en 2011, que Europa puede caer "en una segunda crisis bancaria" y que existe una capacidad de producción adicional "amplia" en el sector.

Esas son las razones que esgrimió en su comunicado final para mantenerse impasible ante la escalada del crudo, que se había quedado en la franja de 70 a 80 dólares durante casi todo el año, pero que el pasado martes subió a los 90 dólares en la bolsa de Nueva York, tras lo cual ha retrocedido algo más de dos dólares.

Algunos analistas prevén que esa escalada pasará por primera vez en dos años la barrera de los 100 dólares y, ante esa posibilidad, el comportamiento de la OPEP es aún impredecible.

En el lado de los cautos están Angola y Arabia Saudí, el mayor exportador del mundo y, por ende, el miembro más influyente de la OPEP, mientras que Irán, Venezuela y Libia dijeron ayer que quieren que el barril se cotice a tres dígitos.

El ministro de Petróleo y Recursos Minerales de Arabia Saudí, Ali al-Naimi, afirmó que el rango de precio por barril de "70-80 dólares está bien".

Y el titular de Petróleo de Angola, José Maria Botelho de Vasconcelos, indicó que se siente cómodo con un barril de petróleo a 90 dólares, al tiempo que afirmó que, si el valor del crudo subiera excesivamente, la OPEP debería tomar medidas para frenarlo.

Desde el otro bando, el ministro de Petróleo iraní, Masud Mir-Kazemi, dijo que "cien dólares de precio nominal es bueno".

En sus posiciones cuenta con el apoyo del responsable de Energía y Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez.

Por su parte, el anfitrión de la reunión de los Países Exportadores de Petróleo, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, alabó que la OPEP haya logrado "quitar poder a las empresas trasnacionales", y propuso crear carteles similares para proteger los intereses de la minería y de los productores de banano.

En su discurso de inauguración de la reunión ministerial de la OPEP en Quito, Correa subrayó que "gobernar al mercado es el desafío" y, por ello, elogió a este cartel, que "toma medidas conjuntas para controlar los precios del petróleo. Ese es un camino que debemos seguir en los casos concretos del banano y la minería", insistió Correa.