Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, dijeron ayer que es difícil lograr un acuerdo económico y social y en que es absurdo vincular el cierre de la central nuclear de Garoña con las pensiones, una opinión que compartió el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.

A cinco días de que el Congreso vote las recomendaciones del Pacto de Toledo para reformar las pensiones, Gómez y los líderes sindicales se pusieron de acuerdo en algo: en que las posiciones siguen alejadas para cerrar un pacto sobre pensiones, mercado de trabajo, negociación colectiva y políticas activas de empleo.

Tampoco ven claro que el consenso pueda llegar antes del día 28, fecha fijada para aprobar el anteproyecto de ley de reforma de las pensiones.

Según Gómez, la negociación sigue "viva", aunque hay "distancias apreciables y dificultades que sería absurdo no reconocer". Todavía quedan días para seguir negociando, resaltó Gómez, quien consideró que el "ánimo no ha decaído".

Toxo lo ve "tremendamente complicado", aunque subrayó que los sindicatos "van a hacer todo el esfuerzo que está en sus manos" a pesar de que "el tiempo se agota y no parece que el Gobierno tenga voluntad de cambiar sus posiciones".

Paga extraordinaria

Para Méndez, las distancias "siguen siendo muy grandes" e insistió en que "hay un cauce muy claro para acometer la reforma del sistema de pensiones: volver al Pacto de Toledo".

A esta situación de alejamiento ha contribuido el que el pasado miércoles se filtrase que los sindicatos estaban dispuestos a aceptar la propuesta del Ejecutivo de elevar a 67 años la edad legal de jubilación a cambio de que se prorrogase el cierre de la central nuclear de Garoña, previsto para 2013.

De acuerdo con el ministro, en ningún momento ha estado en la mesa de negociación el vincular el tema de Garoña a la reforma de las pensiones. En su opinión, es "absurdo" mezclar temas que nada tienen que ver.

Toxo y Méndez consideraron también "grotesco" y un "disparate" este asunto.

Por otro lado, el PP denunció que la ayuda económica de los 426 euros a parados sin ingresos se va a convertir en una subvención de menor cantidad gestionada por las autonomías.

Asimismo, la Seguridad Social abonó ayer a los pensionistas la paga con la que compensa la desviación de la inflación de 2010. En total asciende a 1.112,5 millones.