La tercera y última jornada para profesionales de la XXXI edición de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) ha dejado patente que el turismo inicia una lenta pero imparable recuperación.

Durante el día de hoy los expositores han sacado a la luz lo mejor que pueden ofrecer y tanto los pabellones internacionales, como los que ocupan las comunidades autónomas españolas han dado el do de pecho.

Un amplio despliegue de grupos folclóricos han recorrido los pasillos con sus atuendos locales, ofreciendo bailes tradicionales, aproximándose al numeroso público -de nuevo han entrado en el recinto ferial personas que nada tienen que ver con los profesionales del sector- para intentar animarles a viajar.

La sensación es muy superior a la vivida en las dos ediciones anteriores, cuando se notaban ausencias notables, no sólo de marcas, sino de espacios vacíos adornados por plantas, que en la feria de este año ha sido mucho más completa en ambos sentidos.

Y es que tal y como ha señalado hoy el secretario general de Turismo, Joan Mesquida, Fitur es un buen termómetro, y "a lo largo de estos días se ha podido comprobar una cierta recuperación con respecto al año pasado".

No obstante, y aunque se ha mostrado optimista ante las previsiones que hay para 2011, el secretario general de Turismo indicó a EFE que "hay que serlo moderadamente" porque el turismo suele actuar como un diente de sierra.

Los datos ofrecidos recientemente por el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Taleb Rifai, también han puesto de manifiesto esta mejora, ya que se ha cerrado 2010 con un incremento de un 6,7 por ciento en el movimiento mundial de turistas, y se espera que este año lo haga con un crecimiento superior al 4 por ciento.

Madrid cierra su capitalidad mundial del turismo con un mensaje de esperanza en el sector y con una fuerza de convocatoria que va a acabar reuniendo a más de 200.000 personas en los cinco días que dura el evento- 19 de enero a 23 de enero-, sumando a los profesionales el público en general que puede visitar el recinto durante el fin de semana.

En estos tres días se ha comprobado que el sector va dejando atrás la crisis económica y que, aunque aún quedan flecos que superar, el poder de convocatoria de los viajes y el deseo de cubrir el ocio de las personas a través del conocimiento de otros lugares no ha decaído.

La XXXI edición de Fitur cuenta con 10.500 empresas de 166 países y un espacio expositivo de 75.000 metros cuadrados, acogiendo, por vez primera a representantes de República Democrática del Congo y de Pakistán.

También destaca la presencia, de forma oficial, de Nueva Zelanda, Líbano y Sudáfrica.

Según los organizadores, que ya han comenzado a preparar la que va a ser XXXII edición para el próximo mes de enero del 2012, se espera generar unas inversiones inducidas de entre 160 y 180 millones de euros.