La ronda de difusión de resultados de la banca de EEUU, que concluyó hoy con Bank of America, ha puesto de manifiesto que sigue convaleciente de la crisis de las hipotecas basura, pese al progresivo saneamiento de sus cuentas, lo que ha decepcionado a quienes preveían una sólida recuperación del sector.

Desde el cataclismo que supuso el derrumbe de Lehman Brothers y tras la inyección de cientos de miles de millones de dólares, la banca de este país ha acometido un importante esfuerzo para eliminar de sus cuentas el agujero negro en que se convirtieron las hipotecas basura.

Más de dos años después, los analistas esperaban que ya se hubiera recompuesto y que la recuperación económica le permitiría volver a crecer, pero los datos difundidos estos días demuestran que la pesadilla de las hipotecas basura aún no es historia.

Bank of America es la entidad que más ha decepcionado en ese sentido: El mayor banco por activos del país mostró hoy que sigue lidiando con problemas derivados de los préstamos basura, en parte heredados con la polémica compra de Countrywide tras el colapso de Lehman.

Este banco, que en 2009 había logrado 6.276 millones de dólares de beneficio (antes de distribuir parte entre sus accionistas preferentes y devolver fondos públicos que se le inyectaron para su rescate), en 2010 ha vuelto a tener que amortizar y pagar cifras multimillonarias para compensar pérdidas y liquidar problemas judiciales relacionados con hipotecas.

Todo ello llevó a esta entidad financiera a perder 3.595 millones de dólares (2.238 millones de dólares antes de distribuir entre accionistas preferentes).

En el cuarto trimestre la pérdida antes de repartir beneficio entre accionistas preferentes fue de 1.244 millones, los ingresos cayeron un 11%, amortizó 2.000 millones para reflejar la pérdida de valor de Countrywide y dedicó 4.100 millones a recomprar hipotecas.

"Ha sido un año de necesaria recuperación y reconstrucción" en el que se ha tratado de "dejar atrás el lastre, sobretodo el vinculado a hipotecas", explicó hoy su CEO, Brian Moynihan.

Como éste, también luchan por dejar atrás de una vez la pesadilla de las hipotecas basura -que llevó a la crisis financiera de 2008- otros bancos estadounidenses.

Citigroup desveló el martes que por primera vez desde 2007 cerró un ejercicio con ganancias netas y que en el cuarto trimestre de 2010 ganó 1.309 millones de dólares, frente a la pérdida de 7.579 millones de un año antes.

"2010 ha sido crítico para el reflote de esta institución", indicó Vikram Pandit, máximo responsable de la entidad, que sin embargo decepcionó al reconocer una caída de los ingresos del 5% en 2010 y del 11% en el cuarto trimestre.

Pandit también reconoció que el entorno económico aún es incierto y anunció la reserva de 4.800 millones de dólares en provisiones para pérdidas relacionadas con el impago de créditos.

Por su parte, Goldman Sachs vio caer su beneficio un 38% en 2010 y un 52% en el cuarto trimestre, en parte debido también a costes relacionados con problemas de hipotecas basura que aún colean, aunque también por la caída de sus ingresos (-13% en el año y -10% en el trimestre).

Algo parecido ocurre con Wells Fargo, que en 2010 anotó una ganancia récord de 12.360 millones de dólares y en el cuarto trimestre también ganó una cifra histórica, aunque sus ingresos descendieron un 4% y un 5,3%, respectivamente.

Otros bancos que han difundido resultados sin colmar del todo las previsiones han sido Bank of New York Mellon y Bancorp, mientras que, una vez más, JPMorgan Chase fue la gran excepción y volvió a estar a la altura de lo esperado por los analistas: Aumentó su ganancia anual un 48% y la trimestral un 47%, gracias a la reducción de provisiones para impagos.

La debilidad de las cuentas de la banca estadounidense ha decepcionado en general a analistas e inversores que, tal y como demostraron en diciembre apostando en Bolsa por el sector, esperaban ver una sólida recuperación de las entidades financieras y, por lo tanto, una vuelta al reparto de dividendos.

Precisamente gracias a aquellas esperanzas creadas antes de la difusión de sus resultados, Bank of America y Wells Fargo han subido más del 25% en tres meses, Citigroup y JPMorgan un 20% y Bancorp un 15%.

Sin embargo, los analistas temen ahora que el sector financiero inicie una etapa de reducción de gastos, al ver que no son capaces de incrementar sus ingresos, y que ello se traduzca en recortes de plantilla.

De momento, American Express, Synovus Financial, State Street acaban de anunciar eliminaciones de empleos y Wells Fargo planea recortar gastos, aunque por ejemplo Citigroup contrató a unas 2.000 personas en el cuarto trimestre de 2010.