Más de un millar de personas, según los convocantes, y alrededor de 500 en base a los cálculos de las fuerzas de seguridad, participaron ayer en la manifestación que bajo el lema "Canarias contra el paro y la precariedad. Queremos trabajo, derechos y dignidad", partió pasadas las 19:00 horas de la tarde desde el campo de fútbol de Las Delicias y concluyó en el parque de La Granja de Santa Cruz de Tenerife.

Una vez allí, la abogada laboralista Alicia Mujica dio lectura al manifiesto conjunto de Intersindical Canaria, USO, FSOC, EA-Canarias, Sepca, CNT, CGT, Cobas y Ocesp en el que se criticó la puesta en marcha de las últimas medidas adoptadas por el Ejecutivo central para atajar la crisis, entre las que destacan la congelación o la reducción de sueldos, el recorte de los derechos laborales, el abaratamiento del despido y la supresión de ayudas como la de los 426 euros". Igualmente, evidenciaron su rechazo contra el aumento de la edad de la jubilación, que achacan al "objetivo final de privatizar lo público".

A su vez, acusaron a UGT y CCOO de "tener la poca vergüenza de decir que ahora no es el momento de la confrontación y hablar de un gran pacto social contra la crisis".

Ante esta situación, esgrimieron que "el único pacto posible es aquel que anule la reforma laboral y todos los atentados contra la población que han hecho".

Durante el recorrido sonaron silbatos y tambores y se corearon consignas contra los Ejecutivos central y autonómico, así como contra "otros poderes" como la banca. Además, se exhibieron pancartas en defensa de los derechos sociales y laborales y a favor de la descolonización de las Islas.

La protesta tuvo lugar también en Las Palmas, donde pasadas las 19:30 horas se inició el recorrido que salió desde el auditorio Alfredo Kraus, recorriendo varias calles de la ciudad hasta la plaza del Pilar de Guanarteme que, igualmente, congregó a varios cientos de manifestantes.

Las organizaciones convocantes, que mostraron su satisfacción por la participación ciudadana, argumentaron que "el vacío dejado por CCOO y UGT, cuya voluntad movilizadora ahora mismo es mínima, lo está ocupando el sindicalismo alternativo", según afirmó Ignacio González, que precisó que "este nuevo polo sindical que se están consolidando en el conjunto de las Islas aspira a ser cada vez más influyente entre los trabajadores y convertirse en un foro de lucha y de alternativa".

Resaltó que la movilización de ayer no se trata de una acción puntual sino que forma parte de una intensa labor con el objetivo de "sensibilizar a la sociedad, que se encuentra en una especie de estado de shock como consecuencia del cambio tan brusco de política y de criterios por parte del Gobierno socialista", apostilló.

González esgrimió que "la gente no entiende que hace unos meses Zapatero fuera el más ferviente defensor del estado del bienestar y de los derechos sociales y hoy aplica las políticas más duras de recorte y ajuste".

Por ello, avanzó que "en breve se retomarán las acciones en la calle, así como una serie de acciones más imaginativas como los encierros en algunas sedes de la Administración pública".