Tras varias semanas rondándolos, la bolsa española logró ayer por fin rebasar los 11.000 puntos al cierre al apuntarse una ganancia semanal del 2,45 % debido sobre todo, a los buenos resultados obtenidos el martes y el jueves por el Tesoro español en sendas emisiones de deuda.

El martes España adjudicó más de 6.100 millones de euros en letras con una abrumadora acogida por parte de las entidades, a lo que se sumó el interés aplicado, que bajó del 3 % -lo que no ocurría desde el pasado mes de noviembre-.

Ese día los ministros de Finanzas de la Unión Europea acordaban dotar el futuro fondo de rescate de la zona del euro con 500.000 millones de euros.

El nuevo fondo, que sustituirá al actual, en vigor hasta 2013, duplica a éste y permitirá ayudar con holgura a los países con problemas de financiación.

El jueves, la competencia de 8.000 millones de euros de deuda emitida por el Tesoro francés no desanimó a los inversores, que suscribieron más de 3.000 millones de obligaciones de deuda española y, por quinta vez consecutiva, permitieron al Estado español reducir los intereses de sus emisiones.

La semana concluía al tiempo que el G20 iniciaba en París una reunión para abordar los desequilibrios del sistema financiero global, y con la reforma del sistema financiero español aprobados por el Consejo de Ministros.

La próxima semana, en la que el IBEX partirá de 11.068,10 puntos, los inversores estarán atentos a las cuentas anuales de Telefónica, Repsol, Gas Natural o Iberdrola, así como al PIB de Alemania y de Estados Unidos en el último trimestre del año.

El lunes no habrá referencias desde Wall Street, ya que el mercado permanece cerrado por conmemorarse el cumpleaños de George Washington.