El Ministerio de Industria y las distintas administraciones cambiarán (por luces de bajo consumo) en un breve periodo de tiempo la luminaria pública de calles, carreteras e instalaciones a fin de conseguir un ahorro energético del 42 %, y reducirán a la mitad el uso de los vehículos de sus parques móviles

Así lo ha anunciado hoy el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Pedro Castro, tras entrevistarse con el ministro de Industria, Miguel Sebastián, para abordar medidas de ahorro energético y de reducción de la contaminación en las ciudades.

Después del encuentro, que ha durado dos horas y media, Castro ha explicado las dos "medidas impacto" que se llevarán a cabo en el corto plazo.

La primera de ellas será instalar luminaria de bajo consumo en carreteras, calles, instalaciones públicas como polideportivos u otras a fin de lograr reducir el consumo energético en un 42 por ciento.

Será el Ministerio de Industria, ha añadido Castro, quien aporte la luminaria, mientras que los equipos de mantenimiento de los ayuntamientos se encargarán de su instalación.

El presidente de la FEMP no ha podido cuantificar el coste de este cambio, pero ha recordado que gracias al Plan E muchos ayuntamientos ya han sustituido la luz pública por bombillas de bajo consumo.

La segunda "medida impacto", que como la primera podrá ponerse en marcha en breve, tiene como objetivo reducir a la mitad el uso de los vehículos de los parques móviles de las tres administraciones -central, autonómica y local-.

Mientras que ahora existe un coche para cada sección, con esta medida de ahorro las distintas secciones podrán hacer uso del mismo vehículo.

Durante el encuentro se han debatido las diferentes alternativas para reducir el uso del coche privado y fomentar el del transporte público, aunque Pedro Castro ha descartado las que signifiquen "prohibir".

Más bien, la FEMP apuesta por la concienciación de los ciudadanos y la coordinación de los distintos transportes para disuadir a los conductores de que entren en las grandes ciudades con sus coches particulares.

Tampoco es partidaria la FEMP, ha subrayado Castro, de imponer tasas al uso del coche, sino de reducir las tarifas del transporte público a medida que aumente su utilización.

Instalar sensores en los edificios públicos para que sólo se encienda la luz en las oficinas donde se trabaja y esté apagada en el resto, y reducir la calefacción y el aire acondicionado son otras de las propuestas de la FEMP para ahorrar.

Castro también ha abogado por la descentralización de las administraciones de tal manera que algunos servicios, como determinadas consejerías, puedan ubicarse en municipios de la periferia de las grandes ciudades.

Con ello, ha dicho, se evitaría la entrada a las grandes urbes de muchos ciudadanos en su coche para realizar gestiones.

Y como ya se hace en Copenhague, el presidente de la FEMP ha emplazado a los ciudadanos a compartir el coche privado. En la capital danesa ya se comparte el 72 por ciento de los vehículos, ha resaltado.

Erradicar la imagen de "un coche, un conductor", es el objetivo, ha concluido.