La agencia de medición de riesgo Fitch amenazó hoy con rebajar la calificación de España para pagar su deuda a largo plazo debido a las dudas que plantea la recuperación de su economía, el coste fiscal de la reforma de las cajas de ahorros y la política presupuestaria de las Comunidades Autónomas.

La agencia estadounidense ha tomado esta decisión pese a mantener el rating de España en AA, que es el segundo mejor en su escala de calificaciones.

No obstante, la firma pone la nota en perspectiva negativa debido a que también recela de la posibilidad de que se intensifiquen la volatilidad y la tensión de los mercados financieros europeos si los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) no adoptan una respuesta eficaz contra la "crisis de la zona euro" en el Consejo Europeo del próximo 24 de marzo.

Para el director del departamento de Deuda Soberana de Fitch, Douglas Renwick, España ha sobrepasado las expectativas en cuanto a consolidación fiscal y reformas estructurales, sobre todo, en lo referente a las pensiones y al mercado laboral, pero existen riesgos de que la recuperación económica sea "débil".

Añadió que, pese a la fuerte "flexibilidad financiera" demostrada por el Gobierno español durante las crisis de solvencia de Grecia e Irlanda, España es "vulnerable" frente a una crisis de crédito, a causa de su "alto nivel" de endeudamiento exterior.

Por otro lado, Fitch indicó que la calificación de AA de la deuda española refleja su "fortaleza", debido a una economía "diversificada y con gran valor añadido", así como a la estabilidad política y social, el desarrollo de los mercados de capital españoles y los "elevados" niveles de ahorro.

La firma destaca que el déficit exterior español se ha reducido a un 4,5 % del PIB gracias al ajuste llevado a cabo por los hogares y las empresas, al tiempo que cree que las reformas estructurales generarán más perspectivas de crecimiento a medio plazo.

La agencia aseguró que la respuesta política a la crisis ha sido "agresiva" y "amplia", ya que se han anunciado medidas para aumentar la transparencia del sistema bancario, mientras que la reforma de las pensiones permitirá incrementar la sostenibilidad fiscal.

Según Fitch, aunque existe un "núcleo duro" bancario dominado por el Santander y BBVA (con calificaciones de AA y AA-), respectivamente, el coste de la recapitalización de las entidades financieras aumentará probablemente respecto a 2010, ya que ascenderá a unos 38.000 millones de euros.

La firma cree que el compromiso político con la consolidación fiscal es "muy fuerte", aunque existe el riesgo de que los Gobiernos autonómicos y locales no sean capaces de cumplir los objetivos de reducción de déficit público para 2011 y 2012.