LLEVAMOS más de una década insistiendo ante nuestras autoridades con argumentos contundentes que el turismo náutico es un excelente nicho de mercado para mejorar nuestra oferta y acrecentar nuestros ingresos; el objetivo, sin duda, sería el de captar un segmento turístico de mayor poder adquisitivo y consecuentemente relanzar la imagen de nuestro Archipiélago orientada al turismo de calidad, generando al mismo tiempo nuevos valores diferenciadores de cara a nuestros competidores.

Las hemerotecas son fieles testigos de nuestra reiteración en destacar tan ventajosas y claras oportunidades, pero han pasado los años y nuestras administraciones no se han involucrado de forma decidida en la potenciación de políticas náutico-turísticas.

Este Archipiélago cuenta con cientos de kilómetros de costa, además de unas óptimas condiciones climáticas durante todo el año, que hacen posible que tengamos todos los componentes necesarios para ser uno de los lugares preferentes para la industria náutica a nivel internacional. Se evidencia, por tanto, que los indicadores nos sitúan en los vagones de cola, aún teniendo casi todo a nuestro favor. Por ello, el aumento tanto de puntos de amarre, como de instalaciones portuario-deportivas se debe tomar como un objetivo fundamental y prioritario para el futuro desarrollo turístico de Canarias.

Con el objeto de que no confundan "la gimnasia con la magnesia", vamos a darles la definición de lo que es turismo náutico: son las vacaciones activas en contacto con el mar, que permiten realizar todo tipo de actividades náuticas en tiempo de ocio, compartiéndolas con el disfrute de la naturaleza y de la oferta turística y recreativa en el destino. Esta definición de la OMT aclara que, asimismo, estaría incluida la oferta que ya tenemos en Canarias, por lo que parece obvio que la náutica se complementaría potenciando a su vez a la ya existente.

Ahora hagamos un repaso y veremos cómo está situada España respecto de los países de la Unión Europea; veremos que en el número de habitantes por amarre nos encontramos en la segunda posición. Los primeros son los británicos, seguidamente España, en tercera posición Francia y en cuarto lugar, pero ya muy alejada, se encuentra Italia. Dentro de nuestro país el negocio se centra en el Mediterráneo con el 69%, el Cantábrico absorbe el 18% y el Atlántico nada más que un 13%. Canarias solo aporta el 6,3% a nivel nacional. Por Comunidades con instalaciones náuticas: 1ª.- Baleares, 2ª.- Galicia, 3ª.- Cataluña, 4ª.- Andalucía y 5ª.- Canarias con solo con 43 instalaciones. Pero hay un dato aún más significativo, que son los amarres por Comunidades: 1ª.- Cataluña, con 30.046; 2ª.- Baleares, con 22.088; 3ª.- Valencia, con 19.631; 4ª.- Andalucía, con 18.794; 5ª.- Galicia, con 12.152, y 6ª.- Canarias, con 8.108 amarres, lo que representa estar, como ya dijimos, en los vagones de cola de las Comunidades que explotan este magnífico y rentable filón.

Uno de los datos relevantes son las previsiones de España para los próximos diez años. Nuestro país crecerá un 44% en el número de amarres, el Mediterráneo un 75%, Cantabria un 108%, Andalucía un 85%, País Vasco el 66%, Valencia un 56%, y Murcia el 53%, mientras que en Canarias sólo se construirán 2.000 nuevos amarres. A todas luces, son insuficientes para tratar de conseguir unas políticas óptimas de desarrollo en este creciente y rentable sector, en el que los turistas realizan los mayores gastos. Esto evidencia que la política de potenciación de puertos deportivos es mínima y que no hay una juiciosa sensibilidad que afronte con rigor este gran nicho de mercado. Queda claro así que por las reveladoras cifras que aportamos ha llegado el momento de poner toda atención y trabajar intensamente en este apartado que es esencial como complemento necesario para el buen impulso turístico de la comunidad canaria en los próximos años. Dentro del Archipiélago, el 44,7% de este negocio se hace en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y el restante, un 54,8% en Las Palmas de Gran Canaria. ¿?

La importancia económica de este subsector es manifiesta. El gasto medio por persona que realiza vacaciones náuticas está en 1.320 euros, y el de un turista normal en 923 euros; hay, como podrán observar, una considerable diferencia (datos de octubre de 2010). Pero aún hay más: un puesto de trabajo directo aporta 9 empleos indirectos. 100 amarres generan 4,4 puestos de trabajo directos y 39,6 indirectos, 1 euro de negocio directo del puerto genera 4 euros en actividades indirectas, y 100 amarres producen 2,1 millones de euros de impacto económico global sobre el volumen de negocio total generado en un año.

Todo son ventajas en Canarias y nuestros dirigentes siguen sin verlas con claridad. Estamos situados en un enclave que tiene unos ideales y únicas condiciones estratégicas de "tricontinentalidad". Cada año recibimos una media de 12 millones de turistas que vienen habitualmente a pasar aquí sus vacaciones, poseemos uno de los mejores climas del planeta y de octubre a mayo el mejor de Europa; en nuestro Archipiélago todas sus islas e islotes están próximas y nuestro gran tesoro es el de los vientos alisios, esenciales para la práctica de la vela, además de un mar diferenciado y atractivo durante todo el año. Por si todo ello fuera poco, contamos con algo fundamental, una importantísima cantidad de potenciales clientes, pues a lo largo del año pasan por estas latitudes en sus periplos 12.000 embarcaciones que tienen pocas opciones a puestos de atraque en las islas.

Tenemos, a su vez, la gran ventaja de disponer de una de las mejores ofertas turísticas a nivel internacional, la complementaria es de primer orden, nuestras dotaciones e infraestructuras son de alto nivel (aeropuertos, puertos, carreteras…), y quizás lo más importante es que en Canarias disfrutamos de "seguridad total" (jurídica, médica, ciudadana…). Con todos estos ingredientes esenciales, nuestra comunidad debe potenciar estas notables diferencias, complementándolas con una mayor oferta náutica, lo que nos convertiría, en base a esta aportación, en uno de los mejores y más completos destinos turísticos del mundo.