Los ministros de Finanzas europeos alcanzaron ayer un principio de acuerdo en la reforma de las normas de disciplina presupuestaria, que prevé sanciones equivalentes al 0,2% del Producto Interior Bruto (PIB) para los países del euro que incumplan el objetivo de déficit.

"Hoy hemos acordado un principio de acuerdo. Es un gran paso adelante", anunció el ministro de Finanzas húngaro, Gyorgy Matolcsy, quien calificó la reforma de "histórica".

"Es muy ambicioso", destacó la ministra francesa Christine Lagarde, que añadió que supone "un avance hacia un gobierno económico" para la eurozona.

Matolcsy dijo que ahora comenzarán las negociaciones con el Parlamento europeo para poder contar con un acuerdo definitivo sobre los seis textos legislativos en junio de 2011.

La eurozona lleva meses enfrascada en la mayor reforma de la disciplina fiscal común desde la creación del euro, que incluye nuevas sanciones políticas y financieras, mediante un sistema de activación que pretende ser menos dependiente del consenso de los Veintisiete.

Trichet discrepa

Los fondos que se reciban de las multas irán a alimentar el fondo de rescate para los países con problemas de financiación.

La ministra de Economía española, Elena Salgado, precisó que el sistema elegido para agilizar la aplicación de sanciones, conocido como la "mayoría inversa", que solo se usará en la parte relativa a la salud de las finanzas públicas, pero no en la referida a los desequilibrios macroeconómicos.

Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, calificó el acuerdo de insuficiente, pues los desequilibrios presupuestarios no estarán "plenamente corregidos" con el paquete de medidas que incluye.