El Ibex 35 abrió este miércoles en positivo. El buen comportamiento de la bolsa de Japón insuflaba esperanzas en el parqué madrileño. Sin embargo, la incertidumbre sobre la situación del país nipón y el temor al desastre nuclear cambiaron las tornas. El índice luchó para moderar los descensos, pero no pudo evitar llegar al cierre con una caída del 2,3 por ciento, la más pronunciada de las últimas tres semanas. Ahora se sitúa en la cota de los 10.092,6 puntos, de modo que éste es su peor momento desde el 11 de enero, cuando se situaba incluso por debajo de los 10.000 enteros.
La situación japonesa y el miedo a que se produzca una catástrofe atómica incidieron en el Ibex 35. El parqué madrileño abrió la sesión de este miércoles en positivo, pero, conforme avanzaba la jornada, el selectivo fue invirtiendo la tendencia. El índice luchó para moderar las caídas, pero los datos procedentes de Estados Unidos no ayudaban.
Wall Street vivió una apertura bajista. La bolsa del país norteamericano se vio lastrada por los malos datos de viviendas iniciadas y permisos de construcción, así como por el repunte mayor de lo previsto de los precios de producción industrial, pronunció el descenso del selectivo minutos antes del cierre de la sesión.
Así, el Ibex cerró la sesión con un descenso del 2,3 por ciento, el mayor de las últimas tres semanas. El índice se sitúa en la cota de los 10.092,6 puntos, el más bajo desde el pasado 11 de enero, cuando el llegó a estar por debajo de los 10.000 enteros.
Al término de la jornada, sólo tres valores finalizaron en positivo: Grifols (,15 por ciento), Indra (,31 por ciento) y Ebro Foods (,13 por ciento). En el mercado continuo, las compañías de energías renovables lideraron los avances, concretamente Fersa (,32 por ciento) y Solaria (,8 por ciento). Los inversores están apostando fuerte por este sector en medio del debate abierto en el mercado sobre las consecuencias del uso de la energía nuclear.
Los mayores descensos correspondieron a BBVA (-3,98 por ciento), Bankinter (-3,78 por ciento), FCC (-3,49 por ciento), Banco Popular (-3,38 por ciento), Banco Santander (-3,24 por ciento) y Banco Sabadell (-2,03 por ciento). Telefónica cayó un 1,83 por ciento y Repsol YPF, un 1,73 por ciento.
LA SITUACIÓN LUSA TAMBIÉN INCIDE EN EL PARQUÉ
Los datos de la colocación de deuda de Portugal también constituyeron un factor en el que los inversores se fijaron para lanzarse a las ventas. Era en vísperas de una nueva colocación del Tesoro español.
En concreto, el Tesoro luso colocó 1.000 millones de euros en letras a un año, el máximo previsto, pero con un mayor tipo de interés y una menor demanda. El español prevé colocar el jueves entre 3.500 y 4.500 millones en obligaciones a 10 y 30 años.
La Comisión Europea insite en que es "absolutamente fundamental" que Portugal aplique las nuevas medidas de ajuste anunciadas por su Ejecutivo. Ésta es la vía para disipar las "dudas" de los mercados, que no terminan de creer que el país no necesite ayuda. Este miércoles lo demostraron de nuevo. El principal indicador bursátil de este país descendió un 1,36 por ciento.
En Europa, los principales indicadores también registraron fuertes descensos, castigados por el pánico ante la situación que vive Japón. París lideró las caídas (-2,23 por ciento), por delante de Francfort (-2,01 por ciento) y Londres (-1,7 por ciento).
La situación de este país ha empeorado en las últimas horas y Christine Lagarde, ministra de Economía gala, llegó a solicitar una reunión de los titulares de Economía y Finanzas de los países miembros del G-7 (G-8 excepto Rusia) y de los responsables de sus bancos centrales. Pretende coordinar una respuesta financiera a la crisis de Japón, que podría incluir la compra de deuda pública nipona.
En el mercado de divisas, el euro cede posiciones frente al dólar. Al cierre de la sesión, el cambio entre las dos monedas quedó fijado en 1,3929 unidades.