EN LA RECIENTE visita a las Islas del exministro D. Pedro Solbes como parte del cometido de hacer un estudio sobre las regiones ultraperiféricas que la Comisión Europea le ha encomendado, en el marco del encuentro programado por el Gobierno de Canarias con el sector primario, tuve la oportunidad, representando a COAG-Canarias, de hacerle llegar algunas de nuestras inquietudes sobre la reforma en curso de la Política Agraria Comunitaria (PAC) y sobre los asuntos que deberían abordarse.

La inestabilidad en los precios mundiales de alimentos y combustibles, lejos de ser una cuestión coyuntural, parece que va a formar parte de nuestra realidad en los próximos años, y debe tenerse en cuenta, dado que nuestra dependencia alimentaria y energética nos hace extraordinariamente vulnerables, siendo por ello fundamental una reorganización en los actuales marcos de ayudas, trasladándose parte del apoyo que recibe la importación a través de mecanismos como el REA al impulso a la producción local. El objetivo principal es incrementar el grado de autoabastecimiento -ahora apenas alcanza el 20%- y reducir esa dependencia del exterior de la alimentación de la población isleña.

Otro tema que le expusimos al Sr. Solbes fue la necesidad de aportar transparencia al mercado agroalimentario mediante instrumentos que impidan los abusos que, de manera bastante frecuente, soportamos agricultores y ganaderos en la venta de nuestros productos. Medidas como la limitación de los márgenes comerciales o el establecimiento de sistemas de control de ámbito europeo podrían evitar prácticas de abuso comercial, que serían bien recibidas por los agricultores y ganaderos canarios, máxime si tenemos en cuenta el exiguo porcentaje que actualmente recibimos del precio final que los consumidores pagan por nuestras producciones.

Luego, dedicamos una atención especial al desequilibrio existente entre los requisitos laborales y medioambientales exigidos a los productores canarios -europeos- en comparación con los utilizados para las producciones importadas de fuera de la Unión Europea, manifestando nuestro rechazo a la actual situación, donde una cantidad ingente de exigencias legales incrementan nuestros costes de producción, dejándonos en una clara desventaja competitiva en relación con las producciones importadas que todos los días llenan los lineales de los supermercados y que, ni de lejos, están sujetas a las mismas normas. Esto les ocurre tanto a los productores de exportación canarios, casos de tomates, plátanos, flores y plantas, como a aquellos que comercializan su producción en el propio Archipiélago.

Finalmente le trasladamos nuestro apoyo a una PAC más verde, para consolidar una agricultura canaria diferenciada por la calidad de sus productos y el respeto al entorno en la manera de hacer las cosas.

en Tenerife