A principios del año pasado, había un total de 3.283.495 pequeñas y medianas empresas (pymes) en España, con menos de 250 asalariados, una cifra que representaba el 99,88% de tejido empresarial del país, excluida la agricultura y la pesca, según se desprende del informe "Retrato de la pyme 2011" elaborado por la Dirección General de Política de la Pequeña y Mediana Empresa a partir de los datos del Directorio Central de Empresas (DIRCE).

Del análisis de este documento, en el que además se estudian los cambios en este tipo de negocios a tenor de la crisis económica y financiera internacional, se desprende que los efectos negativos de la crisis se han hecho notar con mayor intensidad en este colectivo, dado que la mayoría de las pymes pertenecen al sector terciario, siendo los servicios de comidas, bebidas y transporte terrestre los más frecuentes. Así lo evidencia el elevado cese de actividad sufrido por las empresas del sector servicios.

Por otro lado, las grandes empresas, es decir, las que cuentan con 250 o más asalariados, se concentran en el resto del sector Servicios (55,5%) o en el de la Industria (24,7%).

Es significativo que más de la mitad de las empresas censadas (53,9%) no tienen asalariados. Concretamente, la contribución de las microempresas en el empleo es del 37,7% en España, frente al 14,8% de Eslovaquia y al 57,9% de Grecia. No obstante, a pesar de que estas empresas suponen el peso mayoritario, desde 1995 su representación se ha visto reducida en 3,7 puntos porcentuales.

En cuanto al volumen de ingresos, el 96,9% de las empresas facturó menos de 2 millones de euros y sólo el 0,03% superó los 50 millones de euros.