UGT y CCOO seguirán negociando la reforma de los convenios colectivos con la CEOE, a pesar de que aseguran que la patronal mantuvo en la reunión de ayer su propuesta "inasumible" en la materia y que impidió el acuerdo el lunes.

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, y los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez se volvieron a reunir ayer, en un encuentro en el que todos ellos decidieron continuar hablando, después de que los sindicatos dieran casi por roto el proceso.

Esas propuestas coinciden con las reclamadas por la patronal madrileña CEIM que la ultraactividad (la renovación automática de un convenio expirado ante la falta de acuerdo para renovarlo) se limite a entre 6 y 8 meses, un único contrato estable con despido de 20 días por año trabajado y un contrato temporal con una duración de dos años y un salario de 641 euros al mes, equivalente al salario mínimo interprofesional (SMI).

Al respecto, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, señaló que la "presión" de CEIM se volvió a notar ayer en la mesa de negociación.

"Cuando se ha entrado en los contenidos se ha visto que la CEOE no ha cambiado sus propuestas", según Ferrer, que explicó que, por ello, la patronal se ha comprometido a mandarles un nuevo texto.

En este contexto, el dirigente de UGT respondió que el único cambio, "que no es poco", es que continúa la discusión. No obstante, no se mostró muy optimista respecto al resultado final, ya que no se han cambiado los "contenidos" de las propuestas empresariales.

Rosell, Toxo y Méndez no se han fijado un plazo tope para la negociación. El que sí lo ha marcado ha sido el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, quien aseguró que, "si no hay acuerdo entre los agentes sociales, su departamento llevará la propuesta de reforma del Gobierno al Consejo de Ministros del 10 de junio".

El Gobierno considera la reforma de los convenios colectivos "clave" para la salida de la crisis y la creación de empleo y no quiere que acabe el año sin estar aprobada en el Parlamento.

Antes de que se celebrara la reunión de ayer, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, afirmó que lo razonable y deseable es que los agentes sociales utilicen ese tiempo que queda hasta el 10 de junio.

En su opinión, las posiciones de la patronal y sindicatos estaban "cercanas" una semana antes de las elecciones y ahora parece que se han "separado".

Entre tanto, el portavoz económico del Partido Popular (PP), Cristóbal Montoro, abogó por que el Ejecutivo central saque adelante una reforma de la negociación colectiva "seria", aunque no cuente con el apoyo de los agentes sociales.