La confianza de los consumidores subió en mayo, por segundo mes consecutivo, y se sitúa en su máximo valor desde agosto de 2010, a pesar de las dudas de los inversores sobre los países periféricos del euro, que también han afectado a España.

El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC), que elabora el Instituto de Crédito Oficial (ICO), subió en mayo 1,1 puntos y se situó en 74,3 puntos, mientras que en comparación con mayo de 2010 el alza fue mucho mayor, de 9,2 puntos.

El ICO destaca que el avance de mayo se registró a pesar del leve retroceso del indicador parcial de situación actual, que cayó 0,2 puntos (hasta los 49 puntos), aunque hubo una mejora de la economía familiar de 1,1 puntos (hasta los 66,7) y del empleo de 0,1 puntos (hasta los 38,5).

En cuanto al indicador de expectativas (que llegó en mayo a los 99,6 puntos, tras crecer 2,4 puntos), su subida fue consecuencia de la mejora de tres preguntas: economía española (subió un punto más), economía del hogar (0,9 puntos más) y sobre todo empleo (5,2 puntos más).

Tras este avance, el componente de empleo supera el nivel de 100 puntos por primera vez desde abril de 2010.

Asimismo, la situación del hogar continúa por encima de ese nivel por quinto mes consecutivo.

Respecto a mayo del año anterior, el indicador parcial ha avanzado 9,4 puntos, como consecuencia del incremento de las expectativas sobre la economía del país (,7 puntos) y sobre la situación del hogar y del empleo (,2 puntos en ambos casos).

El Instituto de Crédito Oficial (ICO) también destaca que en mayo los encuestados han reducido sus expectativas de inflación (a los 144,1 puntos, frente a los 148,7 de abril) y de subida de los tipos de interés (a los 149,1 puntos, frente a los 153,4 de abril).

Al mismo tiempo, las perspectivas de ahorro (en 84,2 puntos) y de adquisición de bienes de consumo duradero (en 87,7 puntos) se incrementaron en mayo hasta valores que no registrados desde marzo y abril de 2010, respectivamente.

Según el ICO, los dos aspectos en los que los consumidores han mostrado un cambio más relevante en su percepción respecto a abril han sido la situación actual de la economía nacional y las expectativas sobre el empleo.

En el primer caso se produce una caída tras el importante avance del mes anterior, quizá influenciada por los "recurrentes" episodios de inestabilidad motivados por las dudas que existen en los mercados sobre los países periféricos del euro.

Respecto a las expectativas sobre el empleo, el ICO destaca que la mejoría puede estar relacionada con la cercanía de la temporada de verano, que cree que puede haber generado cierto optimismo sobre la creación de puestos de trabajo estacionales.

Por ello, el ICO considera que el indicador se consolida en niveles superiores a los que existían tanto en mayo de 2010 como en el primer trimestre de 2011, lo que apunta a la continuación de la "leve mejoría" en el gasto de los consumidores en los próximos meses.

También resalta la entidad que la moderación de las expectativas de inflación y de subidas de tipos de interés puede haber favorecido este aumento general de la confianza, que también se refleja en las perspectivas sobre la capacidad de ahorro y de compra de bienes duraderos que muestran los entrevistados.