Más de un millón de gallinas en Tenerife, repartidas en unas 30 granjas, se ''beneficiarán'' de la nueva normativa para granjas en las que a partir del 1 de enero de 2012 los productores de huevos deben abandonar el sistema de jaulas clásicas para alojar a las gallinas ponedoras y optar por otro de los sistemas establecidos en la normativa (jaulas acondicionadas, en suelo, camperas o producción ecológica).

Así lo ha informado el presidente de la Asociación de Ganaderos de Tenerife, Pedro Molina, que ha señalado que la inversión para una granja de unas 50.000 gallinas ponedoras puede costar 1,8 millones para el granjero por lo que ha considerado la necesidad de contar con apoyos por parte de la administración.

En este sentido, ha asegurado que desde el Gobierno de Canarias han explicado que se va a habilitar un decreto de apoyo en el que se darán ayudas plurianuales para que las granjas puedan adaptarse a esta normativa.

Esta medida se suma al Real Decreto del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino que pretende que aquellos que no se hayan adaptado para la fecha fijada puedan presentar un plan de adaptación con el que se conocerá la situación de las granjas para la fecha y de qué manera afrontarán la transformación.

No obstante, Pedro Molina no ha dejado de reconocer que toda esta normativa se aplica dentro del territorio común, sin embargo, fuera no se sabe qué requisitos hay, ni el control que existe, por lo que en ocasiones chocan las exigencias políticas con la realidad en donde se compra mercancía a terceros países que no cumple con las reglas impuestas por Europa.

En cuanto a la trazabilidad de las granjas, Molina no ha dudado y ha señalado que actualmente se controlan los piensos y hasta los huevos. Si hubiera cualquier incidente podría localizarse de inmediato el foco, así como proceder a la retirada de la mercancía, ha concluido el presidente de los ganaderos.