Si ya la vendimia del año pasado fue mala, la cosecha de uva prevista tanto en Tenerife como en el resto del Archipiélago para los próximos meses se presume aún peor. Así lo avanzaron ayer, en declaraciones a EL DÍA, destacados representantes del subsector.

El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Abona y de la bodega comarcal Cumbres de Abona, Manuel Marrero, aseguró a este periódico que "en esta denominación de origen esperamos una producción muy corta, y lo poco que se cosechará será gracias a la reconversión varietal que llevamos a cabo hace unos años". Añadió que "estimamos que la producción caerá un 75% en relación al pasado ejercicio. En 2010 contabilizamos 1.200.000 kilos en esta comarca y para esta vendimia se rondarán los 400.000 kilos como mucho".

"Este año hay muy poca uva y esto suele pasar cada cinco o seis años, algo muy malo para este negocio del que dependen muchos puestos de trabajo, ya sean bodegueros, distribuidores y demás. Nos va a afectar bastante. Es posible que alguna bodega tenga que cerrar porque no tiene uva que elaborar", apuntó.

Para Marrero Reyes, con una cosecha así, el vino de todas las bodegas de Tenerife "ya está prácticamente vendido. No se han registrado enfermedades importantes en el cultivo, sino todo lo contrario. La calidad será buena".

En su opinión, "puede que suba un poco el precio de la botella de vino, ya que la demanda será muy grande y la oferta muy pequeña".

Mientras tanto, el secretario del Consejo Regulador Ycoden-Daute-Isora y presidente de la Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (Avibo), Juan Jesús Méndez, manifestó que "esta vendimia viene mal en toda Canarias. Muchos bodegueros y viticultores de diferentes islas me han transmitido malas noticias al respecto. Las previsiones no son nada optimistas y la situación se complica ya que el año pasado fue malo y, ahora, también éste".

Añadió que "aún es un poco pronto para dar a conocer porcentajes, pero con respecto a un año normal la reducción será bastante importante". Al respecto, recordó que el año pasado se controlaron unos 8 millones de kilos de uva con denominación en las Islas y lo normal suele rondar los 20 millones. En cuanto a Tenerife se produjo una caída en la producción de vinos del 15% con relación a 2009.

Siverio explicó que "la vid es una planta de cera, lo que significa que no mantiene una regularidad en la producción. Además, también afectan otros factores como el clima, con olas de calor desproporcionadas o incluso este año está condicionando la falta de horas de frío en invierno, donde la brotación fue mala. Pero sí que resulta muy extraño que dos años consecutivos hayan sido tan malos. Llevo 20 años trabajando en bodegas y nunca había visto nada igual".

Juan Jesús Méndez señaló que "teóricamente, una cosecha así tendría que influir en una subida de precios, pero ante la difícil situación económica en la que nos encontramos, no sabemos si el consumidor final será capaz de aceptar esa variación. El consumo está parado y hablar de subidas de precios en determinados productos veo que será difícil de asumir por parte del mercado". Añadió que "una cosecha tan corta es buena para la venta de excedentes, pero lo peor que veo es la desmotivación que se puede crear en muchos viticultores. Lo cierto es que dos años seguidos de malas cosechas hacen mella".

Preocupa el calor

El titular de Avibo aclaró que de cara a los próximos meses, el calor en exceso será "muy malo", y prevé que esta vendimia empezará en Lanzarote en la segunda semana de julio y se acabará en noviembre en las zonas altas de Tenerife y La Palma.

Por su parte, el presidente de Viñedos de Tenerife, Jorge Zerolo, indicó que en el Valle de Güímar "ya se está hablando de una producción que será un 50% menor que la de 2010, que ya fue mala. Ya veremos las cifras al final de la campaña, pero lo cierto es que hay muy poca uva. Llevamos una racha continuada muy mala en las vendimias". Según Zerolo, en las últimas semanas "se produjo una mala brotación, con pocas yemas. Además, en las zonas altas ha habido bastante humedad y se ha producido un mal cuajado de la fruta, con pocas uvas por racimo".

Con una vendimia así, según Jorge Zerolo, "creo que el precio de la uva subirá y las bodegas se han ido vaciando al haber poca producción. Puede que parte de uva que se iba a granel se reincorpore a embotellado".