El nuevo ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, instó hoy a los partidos de la oposición a respaldar el nuevo programa de medidas de austeridad, mientras que un diputado socialista se ha rebelado y podría votar en contra.

"Cada uno debe de asumir sus responsabilidades y me siento incómodo cuando nuestros socios llegan a la necesidad de pedirnos consenso", dijo Venizelos ante la comisión de Finanzas del Parlamento griego.

"Eso debería de imponerse por sentimiento de supervivencia nacional y no desde el exterior", añadió.

El titular de Finanzas aludió así al llamamiento que hicieron anoche los líderes de la Unión Europea (UE) desde Bruselas al conjunto de la clase política griega, para que apoye el nuevo paquete de ajustes y el plan de privatizaciones del país como paso previo para continuar recibiendo el rescate exterior.

En un comunicado indicaron que "dado el alcance, la magnitud y la naturaleza de las reformas requeridas en Grecia, la unidad nacional es un requisito previo al éxito".

Se trata de un paquete para obtener un total de 78.000 millones de euros hasta 2015, cuyos detalles fueron tratados, en unas negociaciones que concluyeron anoche en Atenas, por Venizelos con los expertos de la UE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE).

Venizelos no descartó hoy que el Gobierno de Papandréu se vea obligado a implementar incluso otras medidas adicionales para recortar gastos del Estado y alcanzar sus metas de reducir el déficit y la deuda.

"No estoy diciendo que a cada momento estaremos presentado nuevas medidas, pero no me comprometo a decir que no volveré a proponer nuevas medidas", dijo, y reconoció que algunas de ellas "son necesarias e injustas".

Por otro lado, un diputado del grupo del gobernante partido socialista PASOK, Thomas Rombópulos, se rebeló contra la política de sus correligionarios y declaró a la emisora ateniense "Radio9" que no puede "aceptar que engañen al pueblo" y que hará "todo lo posible para que se hagan cambios".

Rombópulos es el segundo diputado que amenaza con no dar su voto al polémico paquete de medidas que se votará en el Parlamento la próxima semana, sumándose así a su colega Alekos Athanasiadis, que hace unos días declaró que no las apoyará.

Con ello el número de socialistas que votaría a favor del paquete destinado a evitar la quiebra del país, quedaría reducido a 153 diputados, una mayoría muy ajustada pues sólo supera en dos parlamentarios la requerida en la Cámara de 300 escaños.