La Eurozona ha incluido salvaguardas en el segundo plan de rescate a Grecia para responder a un probable impago selectivo de la deuda griega por la participación del sector privado y aportará mientras garantías por valor de 35.000 millones de euros para facilitar a la banca griega acceso a financiación.

Según funcionarios de la UE, que han estado en contacto con las agencias de calificación de riesgos, cualquier impago selectivo se produciría solamente una vez se efectúe la recompra de bonos y el canje de títulos por parte de los bancos acreedores que respondan a la oferta de Grecia y su vigencia será "muy limitada" en el tiempo.

La agencia Fitch anunció hoy que situará a Grecia en "impago restrictivo" y rebajará la calidad crediticia de sus bonos a nivel de "impago" el día en que el periodo de oferta para canjear los bonos se cierre, una vez se haya llevado a cabo la transacción.

De acuerdo con el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), hasta el momento 30 entidades financieras han aceptado participar "voluntariamente" en el segundo rescate a Grecia, entre ellas el banco español BBVA, cinco alemanes, tres franceses, tres suizos y cinco griegos, según el listado que ha facilitado la asociación.

El Banco Central Europeo (BCE) había amenazado con dejar de aceptar deuda griega como aval en las operaciones de refinanciación de los bancos griegos en caso de que la solución acordada provoque una declaración de impago, por lo que los líderes de la Eurozona aportarán 35.000 millones como garantía para el caso de que se declare un impago y solamente para el "breve" periodo que duraría.

El segundo rescate a Grecia tendrá una aportación "oficial", es decir la de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 109.000 millones de euros, mientras que los acreedores privados de la deuda griega -a los que se implica por primera vez en un plan de rescate- aportarán otros 50.000 millones, todo ello entre 2011-14.

De este último importe, 37.000 millones de euros provendrán de una contribución "voluntaria" de los bancos y 12.600 millones de un programa de recompra de bonos griegos.

A más largo plazo, la contribución neta del sector privado para el periodo 2011-2019 será de 106.000 millones de euros.

El aval de 35.000 millones no está incluido en los 109.000 millones, según explicaron las fuentes.

Los acreedores privados tendrán cuatro opciones para aportar los 37.000 millones de euros: tres son diferentes formas de canje con descuentos y diferentes plazos de vencimiento (15 y 30 años) y un intercambio de bonos una vez cumplan su vencimiento por otros de 30 años, según el comunicado del IIF.

Tres de las opciones están respaldadas por bonos de la máxima nota, AAA, mientras que la cuarta será avalada parcialmente por un depósito de fondos. En este caso Grecia se presta los fondos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que también será utilizado para las demás operaciones, en las que el país heleno tendrá que asumir los costes de financiación.

Se prevé que los inversores elijan entre los cuatro instrumentos a partes iguales de un 25 % del total de la participación.

Los inversores tendrán que asumir una pérdida del valor neto de sus posiciones del 21 % si se parte de un descuento del 9 % de la recompra.

La UE "confía en lograr" el objetivo del 90 % de participación del sector privado en el plan de rescate.

Las cifras aportadas por el IIF varían de las que facilitó la Eurozona, dado que la mayor asociación de la banca calcula en 54.000 millones la contribución entre 2011 y 2014.

La UE calcula que la aportación del sector privado ayudará a reducir la deuda pública griega en 12 puntos porcentuales del Producto Interior Bruto (PIB) de un total de 160 %.

Todo el rescate reduciría en 24 puntos porcentuales la deuda, según el presidente francés, Nicolas Sarkozy.