La creación de nuevas empresas, concretamente las pymes y las iniciativas de los trabajadores autónomos, se conforman como un instrumento dinamizador de la economía y de la creación de empleo, configurándose como principales promotores del modelo económico y social basado en el conocimiento y la cohesión territorial.

Según CEOE, la acción de emprender se debe concebir como un proceso de actuaciones consecutivas en el que cada una de las mismas representa un estadio distinto del proyecto. Así, según se avance en dicho proceso la madurez del proyecto iría aumentando, transformándose gradualmente desde una idea inicial difusa hasta una empresa consolidada.

Dicho proceso tendría cinco fases principales, en primer lugar, la "Decisión de emprender", siendo el momento en el que se conforman las ideas de negocio. El siguiente, "Gestación de la idea", que se establece como el inicio de la empresa, puesto que se trata del momento en que se percibe una oportunidad de negocio y surge una idea empresarial. A continuación, el "Desarrollo del plan estratégico", se traduciría en un análisis exhaustivo de la idea anteriormente mencionada, con la finalidad de descartarla o poner en marcha la iniciativa empresarial. Posteriormente, se desarrollaría la "Creación de la empresa", que contemplaría todas las acciones para constituir la misma para comenzar con la actividad. El último punto, es el de "Consolidación empresarial", enfocada en medidas encaminadas a lograr el crecimiento de la empresa. Todo el proceso de emprender debería pasar por cada una de estas fases, llevando a cabo diversas transformaciones en cada una y necesitando una serie de servicios, como los que ofrece el Área de Emprendeduría y Consolidación de Empresas del Servicio Integral de Empleo (SIE) de CEOE-Tenerife, para maximizar sus posibilidades de éxito.