El Banco Santander cerró la primera mitad del año con un beneficio neto de 3.501 millones de euros, el 21,2 % menos que en junio de 2010, tras dotar un fondo extraordinario de 620 millones en el Reino Unido.

Esto no le impedirá a la entidad repetir este año el beneficio de 2010, que se situó en 8.181 millones, así como mantener el dividendo anual, que fue de 0,6 euros por acción, anunció hoy en rueda de prensa el consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz.

El citado fondo de 620 millones se utilizará para cubrir eventuales reclamaciones por seguros de protección de pagos vendidos allí, que se prevén tras una sentencia al respecto de los organismos competentes en ese país.

Además, explicó Sáenz, esta cantidad se corresponde con la cuota de mercado del 10 % que tiene el Santander en Reino Unido, donde el conjunto del sector ha tenido que dotar unos 6.000 millones de libras para este fin.

Preguntado por la salida a Bolsa de su filial en el Reino Unido, Sáenz aseguró que ésta se retrasará al año que viene por las "incertidumbres" generadas por la situación económica, que será también la causa del retraso del debut bursátil de su filial argentina.

Sáenz felicitó al Banco de España por la velocidad y la forma en que se está realizando la reestructuración del sector de las cajas, completada ya al 70 %, aunque reconoció que quedan cosas por hacer.

"Estamos llegando al final del camino" y "estamos llegando bien", dijo Sáenz, que calificó de "éxito" que Bankia y Banca Cívica hayan levantado 4.000 millones en sus recientes salidas a Bolsa y dijo que esto ha quitado "muchísima presión" al sector.

En cuanto al posible interés de la entidad en hacerse con algún activo de las cajas que están saliendo a la venta, entre ellos los de la CAM, Sáenz insistió en que "si hay alguna oportunidad" la estudiaremos, aunque dejó claro que por ahora "es prematuro aventurar cuál sería nuestra decisión".

En este sentido, preguntado por qué entidad podría quedarse con la CAM, opinó, sin dar nombres, que "quien se la quede tendrá que tener bastante músculo", aunque reciba ayudas.

Por otro lado, Sáenz aprovechó su comparecencia ante los medios de comunicación para anunciar dos iniciativas que podrá en marcha en breve la entidad para contrarrestar la mala opinión que tiene la sociedad de la actuación del sector financiero en la crisis, algo a lo que "somos sensibles", dijo.

Por esta razón, la entidad ofrecerá a partir del 1 de agosto un periodo de carencia de tres años en el pago del capital principal a los titulares de una hipoteca para primera vivienda que pierdan su empleo o el 25 % de sus ingresos, que permitirá reducir a la mitad la cuota de una hipoteca media, de unos 600 euros.

Asimismo, la entidad pondrá en marcha a partir de septiembre un plan para ayudar a encontrar su primer empleo a jóvenes universitarios, a los que ofrecerá un contrato en prácticas para trabajar durante tres meses en pymes clientes del banco, que se encargará de pagarles un sueldo de 600 euros mensuales.

La entidad destinará 15 millones de euros a esta iniciativa.

En cuanto a la reciente escalada de la prima de riesgo española, Sáenz calculó que para la entidad puede tener un sobrecoste de 1.200 millones.

Al respecto, matizó que el comportamiento de la prima de riesgo española tendría que depender de la perspectiva que exista en mercado sobre el grado de cumplimiento de los objetivos del déficit, y de las reformas planteadas, que según dijo, "van por el camino adecuado, por lo que lo lógico", es que el diferencial "se vaya reconduciendo".

No obstante, reconoció que la conducta de la prima de riesgo en estos días tiene que ver más con la situación de Grecia y su rescate, que con ningún otro asunto.

Preguntado por si en España se prevé una segunda oleada de fusiones, Saénz dijo que no, y aseguró que pese a los duros escenarios que se les impuso a la banca española en las pruebas de solvencia europea, el sector financiero y el Santander han salido "muy bien".

Por último, pronosticó que la denominada "guerra del pasivo" se mantendrá a corto plazo, ya que a las entidades que tengan "necesidades de urgencia de financiación", no les importará pagar un sobrecoste para conseguirlo.