En los primeros siete meses del año, el superávit de la Seguridad Social cayó un 47,6% respecto a un año antes, hasta los 3.211 millones de euros, lo que representa el 0,3% del Producto Interior Bruto (PIB) estatal.

Según informó ayer el Ministerio de Trabajo e Inmigración, este resultado se debió a la diferencia de unos ingresos de 71.128,66 millones, un 2,6% menos que hace un año, y de unos gastos de 67.917,27 millones, un 1,5% más.

La disminución del superávit también se debe a que los gastos previstos pendientes de imputación presupuestaria alcanzarían un importe aproximado de 1.000 millones de euros.

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, opinó, en un comunicado, que llegar al cuarto año de crisis con superávit demuestra que las políticas de estabilidad presupuestaria son "razonables".

Menos por impuestos

A su juicio, este hecho prueba que "no es necesario recurrir al endeudamiento para aumentar el nivel de protección social".

Por otro lado, el Ministerio de Economía y Hacienda indicó que el déficit estatal cayó hasta julio un 11,8% interanual, sumando 22.764 millones, el 2,1% del PIB.

Esta reducción fue siete puntos porcentuales menor que la caída del 18,9% que registró en el primer semestre del año, debido sobre todo a que los ingresos procedentes de impuestos crecieron a menor ritmo.

La recaudación por gravámenes directos fue hasta julio de 50.760 millones, un 0,2% menos que en igual periodo de 2010; por indirectos creció un 1,9%, hasta los 45.929 millones.