El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se comprometió hoy a presentar, como máximo a mediados de este mes, un nuevo plan para relanzar la economía de Italia, después de que su Ejecutivo haya revisado a la baja recientemente las previsiones de crecimiento.

En un comunicado, Berlusconi niega que, como publica hoy la prensa del país, esté centrando sus esfuerzos en la reforma de la ley electoral: "Lo que tengo muy presente en este momento es seguir trabajando para poner a Italia a salvo del ataque contra nuestra deuda pública y fuera de la crisis financiera global".

"Para ello, el Gobierno y la mayoría parlamentaria que lo sostiene están trabajando en un nuevo decreto ley, con medidas concretas y eficaces que devuelvan la confianza a los ciudadanos, a las familias, a las empresas. Lo presentaremos como máximo a mediados de este mes, como nos hemos comprometido a hacer", agrega.

El primer ministro italiano indica que las reformas que realmente le interesan son las de la Justicia, la del sistema fiscal y la de la "arquitectura institucional" de Italia, puntos de su agenda que pretende cumplir y sumar, dijo, a las reformas acometidas desde que llegó al poder en 2008.

"Sobre estos temas, a pesar del límite de los poderes inexistentes atribuidos por la Constitución al primer ministro, estoy motivando a la mayoría parlamentaria para trabajar pronto y bien en el Parlamento", apunta Berlusconi.

"Sobre estas reformas decisivas para el presente y para el futuro del país sería deseable la contribución activa de la oposición, si pensaran de verdad en el bien común y no solo en mi sillón de primer ministro", concluye.

Estas palabras del jefe del Gobierno llegan después de que los empresarios del país le dieran el pasado viernes un ultimátum para que atienda sus propuestas y acometa enseguida las tan esperadas reformas económicas, tras dos planes de austeridad este verano por valor de 79.000 y 54.000 millones de euros.

Cinco asociaciones empresariales, entre ellas la patronal Confindustria y la Asociación Bancaria Italiana (ABI), plantearon a Berlusconi cinco puntos básicos sobre las que consideran que hay que hacer reformas: gasto público y pensiones, sistema fiscal, venta del patrimonio público, liberalizaciones y simplificaciones, e infraestructura y energía.

El ultimátum de los empresarios se produjo después de que Berlusconi anunciara el 25 de septiembre pasado que el prometido "plan de desarrollo" económico llegaría la semana siguiente, plazo que finalmente no pudo cumplir.