El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) bajó ayer los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 1,25%, con efectos a partir del próximo día 9. La decisión, que se adoptó por unanimidad, sorprendió a los mercados y a la mayor parte de los analistas, que había previsto que la entidad monetaria europea dejaría inalterado el precio del dinero.

Tras el anuncio de la medida, que se adoptó en pleno recrudecimiento de la crisis de endeudamiento de la eurozona por la situación de Grecia, el euro cayó y se cambiaba a 1,3756 dólares hacia las 16:45 horas GMT, después de haber superado los 1,38 dólares en la sesión matinal.

La institución europea informó en Fráncfort de que también bajó la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos durante un día, hasta el 2%, y la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, hasta el 0,5%.

El nuevo presidente del BCE, Mario Draghi, explicó en su primera rueda de prensa tras acceder al cargo que "observamos ahora un crecimiento lento, que se dirige hacia una recesión suave a finales del año". Alertó de que se han intensificado los riesgos a la baja para el crecimiento económico y que algunos de estos se han materializado, por lo que es muy posible que se produzca una revisión a la baja de los pronósticos de crecimiento del producto interior bruto (PIB) real en 2012.

En septiembre, la entidad pronosticó un crecimiento económico para este año de una media del 1,6% y para 2012 de una media del 1,3%. "En este entorno, deberían moderarse las presiones sobre los precios, los costes y salarios en la eurozona, según estimaciones de Draghi, que apostilló que la inflación ha permanecido elevada y es posible que supere el 2% en los próximos meses, si bien se espera que el encarecimiento de los precios caiga a lo largo de 2012 por debajo del 2%.

Más bajadas

El economista jefe del Commerzbank, Jörg Krämer, prevé que el BCE recortará de nuevo los tipos de forma moderada a comienzos del próximo año, si bien contempla una bajada en diciembre en caso de que los indicadores de tendencia se hundan y aumenten los riesgos para la coyuntura.

Draghi dejó claro que la decisión de bajar los tipos de interés no tiene nada que ver con el programa de compra de deuda soberana, con el que ayuda a los países que tienen dificultades para refinanciarse en el mercado.

El nuevo presidente del BCE, que sustituye a Jean-Claude Trichet, enfatizó que esta medida extraordinaria, introducida en mayo de 2010 para ayudar a Grecia y reactivada en agosto para apoyar a España e Italia, es "de carácter temporal, limitada en su extensión, impone condiciones y está justificada para restaurar el mecanismo de transmisión de la política monetaria". El programa podría interrumpirse en cuanto el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) pueda intervenir en el mercado secundario.

Draghi descartó la posibilidad de que el BCE se convierta en un prestamista de último recurso para rescatar a los países con dificultades financieras pero algunos expertos consideran que la entidad comprará mucha más deuda soberana en caso necesario. La responsabilidad para lograr la estabilidad financiera está en los gobiernos, subrayó Draghi.

La Asociación Española de Banca (AEB), las principales asociaciones de consumidores y usuarios de España y los expertos se mostraron satisfechos con la bajada de los tipos de interés decidida por Draghi.

La AEB aseguró, a través de un portavoz, que "es una medida acertada", en línea con las recientes recomendaciones de los organismos internacionales. Esta patronal espera que esta medida contribuya a "la reducción de los costes financieros y en consecuencia, al relanzamiento del crecimiento de la economía europea".

Aplauso general

Para el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, la rebaja de un cuarto de punto "estaba cantada" desde hace un mes y "no cambia nada" a la hora de solucionar las dificultades para la recuperación económica y el empleo. Por su parte, CCOO cree que el recorte de los tipos servirá para expandir la oferta monetaria, lo que animará la inversión y el consumo en un momento de nueva ralentización de la actividad económica en la eurozona, al tiempo que servirá para aliviar el coste del elevado endeudamiento que acumula la economía española.

Según el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, la noticia es una "excelente señal" que "pone luz en medio de la niebla", aunque lo que tiene que hacer el BCE es realizar compras masivas de bonos para tranquilizar a los mercados.

"El incendio ya está llegando a las casas de los vecinos", por lo que el BCE tiene que sacar "toda la artillería" y anunciar, "de una vez, cuántos bonos va a comprar y durante cuánto tiempo", como hace la Fed estadounidense, explicó el experto.

Por su parte, el presidente de Adicae, Manuel Pardos, dijo que "ya era hora" de que los tipos bajaran, y que espera que no se quede en un mero "regalito de bienvenida" del nuevo presidente del BCE. "Esperamos que este recorte se consolide", para que los tipos sigan bajando y, con ello, el euríbor, lo que favorecería mucho a las familias españolas por el elevado número de hipotecas que hay contratadas en nuestro país.

Para la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la bajada del BCE es "una sorpresa agridulce", porque por un lado es una señal de que Europa "está en recesión y va en picado", y significa que las empresas necesitan "un acicate para salir del hoyo", y por otro, es una buena noticia para empresas, consumidores e hipotecados. Aunque la OCU insistió en que esta bajada no se verá reflejada en los contratos hipotecarios de muchos españoles que han firmado una cláusula suelo, que la portavoz de la asociación calificó de "trampa mortal".

La Federación de Asociaciones de Autónomos (ATA) consideró "un alivio" la rebaja y reclamó a los bancos que la trasladen con la mayor brevedad posible para que se vuelva a activar el crédito para que llegue a la economía real.