La caída de la demanda interna provocó el estancamiento de la economía española en el tercer trimestre, en un contexto marcado por la crisis del euro y el empeoramiento de las perspectivas para el resto del año, que ha llevado al Gobierno a rebajar al 0,8 % su expectativa de crecimiento para 2011.

Frente al 1,3 % inicialmente previsto, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ve ahora más probable que el avance del PIB se quede en el entorno del 0,8 %, en consonancia con el 0,7 % previsto por la Comisión Europea, que además espera que la economía española se contraiga una décima en el último trimestre del año.

El recorte del gasto público, el nulo consumo privado y el mayor deterioro del sector de la construcción son los factores que han contribuido a la paralización económica en el tercer trimestre, lo que el Gobierno atribuye al escenario de incertidumbre internacional.

Los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) han confirmado que el PIB se estancó entre julio y septiembre (0,0 %), en tanto que el ritmo de avance interanual se mantuvo en el 0,8 %.

Al nulo crecimiento trimestral ha contribuido el recorte en algo más de un punto (1,1 %) del gasto final de las administraciones públicas, a lo que se ha sumado la atonía del consumo de los hogares que ha vuelto a caer, aunque sólo una décima.

Tampoco ha ayudado la negativa evolución de la inversión, si bien su caída se ha moderado por el repunte de la inversión empresarial, en tanto que la destinada al sector de la construcción ha profundizado su caída entre julio y septiembre (1,9 %).

Sobre el proceso de ajuste fiscal, Campa ha dicho que va en la dirección adecuada y ha insistido en que el objetivo de reducir el déficit público al 6 % del PIB en 2011 es "prioritario e incondicional".

No obstante, ha reconocido que la debilidad de la economía no está permitiendo consolidar la actividad ni general empleo.

Por otra parte, ha subrayado el mantenimiento del sector exterior como pilar del crecimiento de la economía, lo que ha permitido contrarrestar la aportación negativa de la demanda nacional.

De acuerdo con los datos del INE, las exportaciones crecieron en el tercer trimestre el 3,1 %, impulsadas por el repunte de la exportación de bienes, en tanto que la de servicios recayó, algo que no ocurría desde el último trimestre de 2009.

En comparación con el tercer trimestre de 2010, la economía española avanzó ocho décimas, entre otras cosas porque en términos interanuales el consumo privado se ha recuperado, puesto que hace un año cayó significativamente como consecuencia de la subida del IVA en julio.

No obstante, destaca la peor evolución del gasto final de las administraciones públicas, que en términos interanuales cayó el 2,3 %.

El empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, ha caído el 1,9 % interanual, lo que supone una reducción de 327.000 empleos netos, la mayoría en el sector de la construcción.

En este sentido, Campa ha reconocido que la reforma laboral no ha resultado suficiente para generar puestos de trabajo, ya que los datos reflejan que las empresas no están contratando trabajadores y prefieren que hagan más horas los que ya pertenecen a la compañía.

Según el INE, la productividad por trabajador ha crecido el 2,7 %, en tanto que la caída del número de horas se ha moderado, lo que se explica por el aumento de las jornadas a tiempo completo.

Desde el punto de vista de la oferta destacó la subida de la actividad industrial, la caída de los servicios y el estancamiento de las ramas primarias (agricultura, ganadería y pesca).