El revés que sufrió Alemania en la subasta de deuda de hoy, que no tuvo la demanda esperada, benefició a los bonos del resto de la zona euro, pero extendió una corriente bajista por las bolsas, especialmente en Madrid, que rozó el mínimo anual.

Convertido en las últimas semanas en el país refugio de los inversores, Alemania tenía preparada hoy una ambiciosa colocación de bonos a diez años, por importe de 6.245 millones de euros.

Sin embargo, contra todo pronóstico, la primera economía europea solo pudo colocar el 62 por ciento de lo previsto, lo que extendió un miedo por los mercados que acabó arrastrando a todas las bolsas europeas.

El principal indicador de la bolsa española, el IBEX-35, cayó un 2,09 % al cierre del mercado y bajó a los 7.739 puntos, cerca del mínimo anual, que fue el 12 de septiembre en los 7.640 puntos.

De momento, la bolsa española acumula una caída del 21,5 por ciento en lo que va de año, en sintonía con sus homólogas europeas, dado que París se ha dejado este año un 26 por ciento, Fráncfort un 21 por ciento, y Milán un 31 por ciento, en tanto que Londres -fuera de la zona euro- solo pierde un 12,8 por ciento.

Solo en la jornada de hoy, Milán ha perdido un 2,59 %, Fráncfort un 1,44 %, París un 1,68 % y Londres un 1,29 %.

Alemania trató hoy de calmar a los mercados, y el portavoz de Finanzas, Martin Kotthaus, argumentó que la crisis de la deuda en la eurozona ha creado una situación de inestabilidad que ha perjudicado la subasta, pero negó cualquier problema de financiación.

"Alemania no tiene ningún problema en absoluto para refinanciarse", apostilló Kotthaus.

No obstante, analistas financieros citados por la edición digital de la revista alemana "Der Spiegel" alertaron sobre el resultado de la operación de refinanciación.

Marc Ostwald, de Monument Strategies, calificó la subasta de "desastre total" y Ralf Umlauf, del banco público regional Helaba, la tildó de "moción de censura contra el conjunto de la eurozona".

Como consecuencia de esta situación, la rentabilidad de la deuda alemana se disparó en el mercado secundario hasta el 2,08 por ciento, y por tanto se estrechó la prima de riesgo de algunos países.

Entre ellos, España cerró a 456 puntos, por debajo de los 469 puntos básicos de ayer, aunque la rentabilidad de su bono subió hasta el 6,65 por ciento.

Lo mismo pasó con la prima de riesgo italiana, que bajó hasta los 488 puntos básicos, la francesa, 161 puntos, y Holanda, 58 puntos, entre otros.

La principal excepción fue la prima de riesgo belga, que subió hasta el máximo histórico, 340 puntos, arrastrada por los desacuerdos para el rescate de Dexia.

La Unión Europea sigue trabajando en abrir nuevas vías para afrontar la crisis de deuda soberana que padece desde hace meses, en un intento de frenar el contagio a países sólidos, como Francia, Bélgica o Austria.

En este sentido, se esperaba que tuviera un impacto positivo en los mercados el anuncio realizado ayer por el Fondo Monetario Internacional (FMI) de que abría una nueva línea de financiación a corto plazo para países con problemas puntuales de liquidez.

España podría obtener de esta línea unos 46.000 millones de euros, si bien el Gobierno no lo considera un "rescate", aseguró hoy el secretario de estado español de Economía, José Manuel Campa.

"No conozco ninguna fórmula que el FMI esté preparando para que se nos pueda rescatar", dijo Campa al ser preguntado hoy sobre ese tema.

Los expertos opinan además que España podría quedar "estigmatizada" si utiliza esta nueva facilidad de crédito del fondo, con la que podría obtener financiación a cerca del 4 por ciento, según los precios de mercado actual.

Este interés es inferior al que el Tesoro español ha aplicado en sus últimas emisiones de deuda, que alcanzaron el 7 % a diez años y superaron el 5 % a medio y corto plazo.