La Confederación Provincial de Empresarios tinerfeña (CEOE-Tenerife) ha recibido con satisfacción la decisión de la junta de accionistas de la Compañía de Transportistas de Gas Natural de Canarias (Gascan) de trasladar su sede social a Tenerife desde Gran Canaria.

Ese movimiento obedece a que el proyecto de construcción de una planta de regasificación en Granadilla está más avanzado que el inicialmente previsto en Arinaga, una ubicación que rechaza el Ayuntamiento de Agüimes.

El secretario general de la CEOE-Tenerife, Pedro Alfonso, remarcó, en declaraciones a EL DÍA, que Gascan "es una empresa que ha hecho una importante apuesta por Canarias innovando en el sector de la energía, y es bien recibida en Tenerife para desarrollar sus proyectos, generadores de un importante valor añadido y de un efecto de arrastre económico y de empleo en otros sectores".

Alfonso, además, destacó cómo la implantación del gas natural para la generación de electricidad en la Isla puede favorecer la diversificación económica y la creación de puestos de trabajo.

"En este momento -dijo-, los puntos débiles de la economía vienen del sector financiero, la construcción y la energía, que lastran el crecimiento; también de la legislación laboral, que no deja que crezca el empleo coyuntural; la maraña administrativa y legal, que nos aleja de la eficiencia; el balance fiscal, que encarece la vida, y la descapitalización humana de las Islas. Además, no podemos seguir sobreexplotando el turismo como única fuente económica, ya que no va a seguir creciendo al mismo ritmo eternamente. Por ello, vemos con muy buenos ojos la iniciativa de Gascan y lo que ello comporta para la economía", remachó Alfonso.

La "mudanza" de Gascan desde Gran Canaria, en cualquier caso, no supondrá un impulso extra para la ejecución del proyecto en Tenerife, según indicó el director técnico de Gascan, José Manuel Guirao. "No tiene ninguna trascendencia", indicó, y recordó que, antes que nada, tiene que haberse construido "suficientemente" el puerto industrial de Granadilla para dar cabida a los buques que traerán el gas natural a la Isla.

Técnicas Reunidas y Acciona desarrollarán el proyecto tinerfeño, que costará 245 millones de euros.