La asamblea general extraordinaria de la Caja Rural de Canarias aprobó ayer la propuesta del consejo rector de la entidad para la incorporación de esta al sistema institucional de protección del Grupo Cooperativo Cajamar. Se decidió por 2.897 votos a favor, 40 en contra y 36 abstenciones.

La Caja Rural se convierte así en la séptima entidad que aprueba su incorporación a Cajamar, al que aporta un volumen de negocio de 2.214 millones de euros, activos por importe de 1.264 millones, 69 oficinas, 322 empleados y más de 100.000 clientes y 23.000 socios, destacó la Rural en una nota.

Integrado por Cajamar Caja Rural, Caja Rural de Casinos, Caixa Albalat, Caixapetrer, Caixa Turís, Caja Rural Castellón, Caja Rural de Baleares y Caja Campo, el Grupo Cooperativo Cajamar es el primer grupo consolidable de cooperativas de crédito de España.

Sus activos suman 38.000 millones de euros y cuenta con más de 1.000 oficinas, 5.694 empleados, 2,5 millones de clientes y 795.798 socios. En su seno, la Caja Rural de Canarias mantendrá su independencia, su sede social y servicios centrales, sus órganos sociales de gobierno y dirección y su red de oficinas y empleados. "Y mantendrá el sentido autonómico de las inversiones y de la aplicación del Fondo Social de Formación y Promoción", destacó la entidad.

La decisión de la asamblea de la Rural lleva al traste el proyecto de unir esta entidad con la tinerfeña Cajasiete. Era la opción preferida por el Gobierno autónomo. Como consecuencia, Cajasiete puede verse abocada a buscar "socio" en el esquema de concentración del sistema financiero que dirige el Banco de España.